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Cómo vivir en pareja y en familia con alguien con inestabilidad emocional

inestabilidadDetrás de un alto índice de fracasos matrimoniales, uno de los dos o los dos padecen conductas asociadas a una inestabilidad emocional. 

La convivencia íntima y cotidiana con personas que viven con una limitación emocional por inestabilidad provoca, entre otras cosas, un estrés que deriva en una permanente sensación de alerta entre la pareja y sus convivientes.

Las personas con inestabilidad emocional son personas sin habilidades sociales para tratar adecuadamente tanto con su pareja como para la relación con su entorno. No saben interpretar el lenguaje verbal y no verbal de los demás. Por esto, acaban emitiendo mensajes inadecuados o confusos. Su percepción es, en muchos casos, errónea y procede de una mala interpretación de lo que hacen o dicen demás.

Algunas de estas personas son así desde que son pequeños . Durante su crecimiento evolutivo, les faltó observación y aprendizaje para saber responder adecuadamente y con sabiduría natural a las demandas de comunicación procedentes de su entorno más próximo. Y, dado que reciben e interpretan mal la información, emiten mal su respuesta, lo cual, en la mayoría de los casos, lleva a la desesperación y al agotamiento de los que conviven o trabajan con dicha persona.

Con los años, estas personas llegan a sufrir con respecto a su entorno sentimientos de aislamiento o de rechazo social. Esto crea una evidente inestabilidad como producto de un aprendizaje reactivo automático que se fortalece cada vez que siente que la gente le rehúye o no comprende sus reacciones.

Si esto se produce en la intimidad de una pareja, ese rechazo no solo emocional sino también afectivo. Esto puede convertirle, además en una persona con una autoestima muy fragilizada, a expensas del momento o las circunstancias.

Esta afectación viene de lejos. Normalmente no surge a raíz de tener una pareja. Probablemente, ya antes, esta persona ha tenido problemas de relación en la escuela, en el trabajo o con amigos ya adultos.

La falta del control de la ira ante una información que no sabe cómo gestionarla en positivo, le suele llevar a frustraciones y fracasos a nivel social, laboral y sentimental.

“Son personas que sufren y hacen sufrir a los demás, por su inestabilidad”

Son personas con alta sensibilidad a los comportamientos de los demás y suelen sobre-reaccionar como respuesta cuando se sienten mal con algo que les haya ocurrido y a lo que no han sabido dar una salida ni inteligente ni racional.

Los 5 rasgos más habituales de las personas con inestabilidad emocional son:
      1. Se toman las cosas como algo personal y se convierten en el eterno/a ofendido/a de manera desproporcionada. No caen en la cuenta de que el origen de la tensión puede estar en él/ella mismo/a.
      2. Son personas que se mueven mejor en las rutinas ya que los cambios o imprevistos le suelen afectar física y emocionalmente. Además, sus reacciones son muy impredecibles y casi siempre desproporcionadas a los hechos.
      3. Para estas personas no suele haber tiempo para la reflexión, ya que actúan de manera impulsiva. Cuando se dan cuenta de las consecuencias, que no es siempre de inmediato, intentan pedir perdón de manera muy poco empática y asertiva. Por esto, no suelen arreglar el choque que han producido tanto en tu pareja como en tus hijos y/o familia o en tu entorno social.
      4. La compulsión irreflexiva no solo queda reflejada en sus relaciones, sino que también se ve en la toma de diferentes decisiones que van desde la compra compulsiva o la venta innecesaria de algo.
      5. En su relación de pareja, pueden tratar al otro como alguien desconocido si no cuadra con sus planes. También pueden llegar a boicotear un plan si su pareja no está a su lado.
Los problemas más comunes que la persona inestable produce al tomar decisiones en pareja, con hijos u otros familiares y amigos:
      1. Pueden sentirse incapaces de hacer planes en pareja, fijar metas u objetivos familiares que se lleguen a cumplir ya que la organización de dichos planes conlleva una serie de mini-decisiones y preparativos imprescindibles para llegar a los objetivos planeados. Es en este punto donde la persona inestable puede crear grandes conflictos y decepciones entre su pareja o los hijos.
      2. Si tu pareja es inestable (que no es lo mismo que despistado/a), puede que se le olvide una fecha, hacer una reserva o llevarse las llaves que se necesiten para que el plan funcione. En ocasiones, el plan puede no salir adelante por su falta organizativa y de memoria. En esos casos, buscan lavar su error culpando a otros y les cuesta mucho asumir su falta de compromiso real con un plan.
      3. Los conflictos se crean porque su falta de atención a los demás y de organización para planes con los demás no ocasional, sino sistemático. Se olvidan de celebraciones y eventos familiares, pago de facturas, tareas del hogar no realizadas o inacabadas.

“Fallarle a tu pareja va creando “falta de confianza, decepción e incluso que el otro/a se sienta infravalorado/a.”

Consejos para vivir en pareja con personas inestables que son, sin duda, personas complejas en su fuero interior y, por ello, dificultan la convivencia:
    1. Dar especial prioridad a una buena comunicación matrimonial.

Para ello, deben hablar menos de manera intensa y compulsiva y aprender a tener una mutua escucha positiva y un lenguaje asertivo para no hacerse mutuamente daño en las conversaciones. No deben entrar en juicios de valor, para facilitar la comprensión y la resolución de conflictos

“Hablar menos y escucharnos más y mejor”

    1. La persona de inestabilidad emocional debe valorar de manera especial a su pareja.

Si valoras a tu pareja por ser tu mejor compañera posible en tus carencias, debes tener de forma regular planes o citas con dicha persona y esforzarte en descubrir maneras de divertirte con ella, a pesar de tus carencias emocionales.

En el día a día, hay que trabajar en pareja el agradecimiento y la admiración mutua por las cosas que se hacen y salen adelante.

“Hay muchas formas de demostrar el aprecio en una relación conyugal que van desde detalles en el sofá, en la mesa o en la cama”.

    1. La persona inestable era ya así cuando la conociste o cuando empezaste a conocerla.

Y esa es la persona de la que te enamoraste, te comprometiste y te casaste y formaste una familia. Esta forma de interactuar contigo, no debiera ser una sorpresa, sino una conducta bastante instaurada o predecible en vuestra NOSOTROS.

Por esto, ante los conflictos o complicaciones, no es útil quejarse de estas carencias como un desequilibrio nuevo entre ambos, suelen ser conductas que ya se conocían y se aceptaron mutuamente  y se están intentado hacer compatible con una vida en pareja sana y saludable.

Hay historias de amor que, pudiendo terminar siendo incompatibles, si ambos se comprometen a trabajar juntos las carencias (diagnóstico completo de la inestabilidad, medicación, terapia, ejercicio, cursos de relajación), se puede vivir siendo compatibles entre los dos y con el resto de la familia.

Es preciso comprender y aceptar a la persona emocionalmente inestable con la que convives y te casaste. Comprenderle no consiste en negar su carencia o pensar que puedes cambiarle, sino en acompañarle en su proceso personal evitando que se produzcan malentendidos, errores de entendimiento, agresividad verbal, física o material contra sí mismo o contra el otro/a. En cuanto a los hijos, es preciso tener claro que son sagrados.

Es decir, no se les puede someter a una tensión vital por vuestra mala gestión en el trato en común.

 

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Testimonio – Adicción a la pornografía

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pornografiaMe gustaría compartir contigo una parte de la historia de mi vida íntima, que desearía no haber pasado. Espero al menos que con mi escrito pueda ayudar a otras personas a salir del mismo agujero o a no llegar a entrar….  nunca daré por válida mi experiencia personal:

 

A partir de los 8 años, comencé a notar que veía a las mujeres de un modo distinto que antes, cuando era más pequeño.

Me atraían las revistas que había en mi casa… con algunos desnudos femeninos. Más adelante, también encontré por ahí alguna revista pornográfica y empecé a sentir la necesidad de ver ese tipo de revistas en las que aparecían ese tipo de mujeres.

A partir de los 15 años, descubrí la masturbación y, después de experimentar en solitario durante largos ratos, empecé a acompañar esta actividad íntima con algún material erótico que caía en mis manos… anuncios de lencería femenina, de perfumes etc.

Me convertí en un chico muy solitario, nada popular en el instituto. Pero seguía sintiendo una gran atracción por las mujeres y por el cuerpo femenino que veía en la calle, en la playa…

Fui creciendo y comencé a comprar yo mismo revistas con contenido erótico. Comprar estas revistas era para mí un ritual, quería encontrar la mejor, era como un juego de caza.

Luego, a solas, me entregaba a la búsqueda y elección de la mejor foto, me transportaba a un lugar donde no había soledad, tristeza ni problemas. Era como un sueño y todas esas chicas me sonreían. Buscaba de manera permanente el tiempo, que cada vez necesitaba con mayor frecuencia, para quedarme solo con mi “juego” favorito.

En la universidad, me eché novia y eso quedó olvidado. Sin embargo, en determinados momentos de aburrimiento, soledad, enfado, estrés, cansancio, o cuando tenía una temporada con sentimientos negativos por problemas en casa o con los estudios, recurría a mi automedicación para evadir mi sufrimiento: “consumir porno”. Después me sentía mal conmigo mismo, con mi secreto y  con mi material siempre escondido.

Llegó un día en que comencé a trabajar y me casé pero pasaba la semana solo, en un hotel. Allí, aparte de las llamadas a mi mujer, lo único bueno eran los ratos viendo y repasando mi material de porno almacenado.

Un par de años más tarde, mi situación no había mejorado. Pasaba muchas horas solo en casa y, como no había cultivado otros modos de diversión, pasaba muchas horas frente al ordenador, buscando la imagen perfecta o el vídeo perfecto, que culminaba en la masturbación.

Cada vez necesitaba aumentar la frecuencia y el tiempo de exposición a todo aquel contenido erótico. Se convirtió en una obsesión morbosa disfrazada de “pasatiempo”.

Empezó a traerme también consecuencias negativas externas a mí:

Sueño en el trabajo o falta de intimidad con mi esposa pues yo ya no estaba tan receptivo e involucrado.

Ante estas consecuencias tan negativas que no sólo me afectaban a mí, decidí intentar dejar ese mal llamado “entretenimiento de adultos” pero ya era tarde: me había hecho un adicto al consumo de pornografía y tenía que seguir mintiendo con mi “juego” sin poder evitarlo.

Sin haberme dado cuenta, el ver y buscar porno se había convertido en lo que más me gustaba hacer. Así, a pesar de mis intentos de dejarlo, experimentaba continuas recaídas.

Me hacía el firme propósito de no recaer (lo mejor para no recaer es descubrir por uno mismo que es más fácil ser fiel el 100% de las veces a tu pareja que solo el 99%). Así que tiré toda mi colección y me puse filtros a Internet. Aun así, ¡no fue suficiente!

Ya siendo más consciente de tu adicción, te sientes desesperado porque el problema te supera, no tienes el control y, además, no tienes otro modo de superarlo que recurriendo a lo de siempre. Lo intentas una y otra vez, sin éxito.

Hoy quiero deciros que: de esto se sale si estás acompañado. A la pornografía entras solo pero no se puede salir solo. Sales de ello si le das la mano a muchas personas que te pueden ayudar”

Si reconoces humildemente que tienes un problema social y de comportamiento personal, debes comunicarlo a un especialista que sepa y pueda ayudarte. En mi caso, acudí al equipo del Gabinete Sophya y confié mi problema a su directora, Sara Pérez-Tomé. A partir de ahí, empecé a dar pasos certeros hacia mi liberación…

A mí me ayudó el decírselo a mi mujer y, sobre todo, mi re-encuentro personal con la fe, que había tenido abandonada desde hacía mucho tiempo.

Tanto la ayuda espiritual como la psicológica, me ayudaron a salir de este gran mal en el que yo me había metido a escondidas y en solitario.

A veces, este problema es una consecuencia de otro anterior, cuyo origen es una personalidad ansiosa u obsesiva, con trastornos de déficit de atención e hiperactividad, TOC u otras adicciones… Por eso, es primordial un buen diagnóstico psicológico y, si es necesario, también un tratamiento farmacológico.

De este gran mal se sale, pero acompañado.

R.S.S.

Amigos y seguidores del Mundo de Sophya, casos como este nos llenan de orgullo. Salvamos a la persona y eso es siempre nuestro objetivo.

Detrás de una adicción a la pornografía, hay una persona sin voluntad ni autoestima que solo ve cuerpos y no mujeres en su día a día. Es un coleccionista de imágenes de mujeres que le atrapan en fantasías fuera de su mundo consciente.

La persona que consume pornografía tiene dos necesidades opuestas, de las cuales no puede liberarse por sí mismo:

  • La necesidad imperiosa de sentir cada vez mayores sensaciones.
  • La necesidad mental de huir de esa sobrecarga emocional tan tóxica.

Esto convierte a la persona en un fantasma, tanto en su vida laboral, como en su vida familiar, social y personal.

 

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Bibliografía:

 

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Contra el maltrato unisex

maltratoCuantos más hombres, mujeres y familias recibo en el Gabinete Sophya, más claro tengo que el maltrato es unisex.

El maltrato que los hombres ejercen sobre las mujeres suele ser diferente al maltrato que las mujeres ejercen sobre los hombres. Tan malo es el uno como el otro.

Ambos rompen el círculo de intimidad, confianza y equilibrio de poder que debe de haber entre hombres y mujeres.

Hombres y mujeres son rechazables cuando pegan o acosan al otro, o en la intimidad del hogar o en la calle, a solas o delante de sus amigos o hijos. Hay hombres que minusvaloran a sus mujeres, pero también hay mujeres que hacen lo mismo, convirtiendo al varón en una figura invisible, no valorado e humillado. En muchos casos, mientras son agredidos por su mujeres, se mantienen inmóviles; no las tocan ni para pararlas, por miedo a las consecuencias.

La agresividad física de la mujer hacia el hombre tiene ventajas legales, y algunas mujeres lo saben.

Una mujer que testimonia la agresividad o violencia de otro hombre puede contar con un cuerpo jurídico que le blinda. El hombre, en cambio, vive esta agresividad casi siempre en silencio porque sabe que, diga lo que diga, no cuenta con la ventaja de la mujer. En principio, no puede esperar que le crean y, en el mejor de los casos, pierde la presunción de inocencia después de una mala explicación de lo que le haya ocurrido.

En cuanto a los hijos, observo también que, una vez han nacido, estos maridos quedan ya amortizados por mujeres enamoradas de sus hijos.

Hay hombres que, por miedo a perder a sus hijos, se les chantajea y manipula y ellos callan, a la espera de que, en el futuro, sus hijos puedan entender lo que ahora en el presente les está pasando a su madre y a él.

Los matriarcados parecían un estilo familiar perteneciente a otros tiempos. Convivió con el patriarcado. Ambos modelos son anti-familia, aunque haya familias que han funcionado así toda la vida. Es una deformación absoluta de la complementariedad entre el varón y la mujer.

Ambos estilos familiares producen un gran dolor tanto en ellos como en ellas, dependiendo de quien sea el que domine y para qué. Hace tiempo, un amigo psiquiatra me dijo que, este tipo de dolor, por muy extremo que sea, puede hacer de pegamento para la pareja. El que sufre el maltrato y lo aguanta, lo hace porque desgraciadamente cree que recibe algún beneficio psicológico.

Este es el grave problema del maltrato. Se entra en un juego psicológico del que ninguno de ellos sabe salir porque queda atrapado en un beneficio psicológico “tóxico”: percibe como beneficioso lo que le está destruyendo.   

Este tipo de beneficio psicológico unisex, contaminado de miedo y de un vínculo servil con el otro (vínculo que no te deja decir adiós a la situación), provoca en hombres y mujeres una necesidad igualmente tóxica: se ven abocados a la búsqueda desesperada de un escondite y lo suelen encontrar en el alcohol o en el trabajo, en el sexo o en la pornografía.

Los hombres y las mujeres no son ni un animal de carga, ni un proveedor de placer, de hijos o de dinero.

Convivir con alguien cuya opinión nos importa, mientras haya paz y garantía de bienestar y consumo, es una conducta aprehendida de sus madres y abuelas /de sus padres y abuelos. Ellas y ellos lo vieron vivir así y vieron además como la otra parte lo consentía, según estuviéramos en un matriarcado o en un patriarcado. Frases tales como:

        • “Todos los hombres o las mujeres son iguales”
        • “Los hombres no sirven para nada, son las mujeres las que valen”
        • “Las mujeres no van a mandar, somos los hombres los que mandamos”

Hemos recibido una herencia envenenada por todos y para todos, que desvirtúa la auténtica complementariedad y el verdadero acoplamiento entre hombres y mujeres en el amor, el trabajo y el ocio.

Es una trampa ideológica decir que somos iguales o que las mujeres somos menos o más que los hombres.

Es preciso entender que la diversidad de los sexos se corresponde con una complementariedad entre hombres y mujeres, no con la competitividad. 

Así podríamos desterrar la herencia viciada del matriarcado y el patriarcado y reconstruir entre todos una sociedad más completa, con todo lo que cada parte pueda aportar.

 

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Coaching, terapia o tirar “palante”

coachingCuando la nueva rueda de la fuerza laboral evoluciona hacia la automatización, la tecnología y la digitalización, nos encontramos que allí donde se abren posibilidades para los jóvenes, parece que se cierran ante los séniors

– Hay 890.900 parados que no son millenials-.

La cifra total de desempleados en febrero del 2021  es de 964.353, en un mercado aún amortiguado por el efecto de los ERTE, que a cierre de enero del 2021 contaban con 738.969 personas.

Y en julio de 2021 teníamos el dato de paro más alto de Europa con 14,3%, del que un 35.1 %  es juvenil (www.datosmacro.expansion.com) y dos puntos por delante de Brasil y Colombia.

Nos hallamos bajo una atmósfera VUCA tal, que si no sabes para dónde tirar, casi es mejor que nos unamos al club de los “stand byers”, o del “que me quede como estoy” , “yo de aquí no me muevo, que es un empleo seguro“… porque sé que el riesgo de cambio profesional es aún mayor que el de quedarme en la empresa.

 

 Me quedo, porque cambiar es un riesgo que no me puedo permitir

Pero ¿Qué nos está pasando? Pues que salgo a diario con dolor de cabeza, el cortisol por las nubes y los nervios incoando un gimnasio.

Cuando te llega el caos, estás en un  ERTE, quieres  superar el stress y sobre todo ves que “cada vez somos menos en esta empresa”, necesitamos volver al origen y empezar por recuperar el amor perdido entre la desilusión.

 

Con especial cuidado con el síndrome del “yo puedo solito”. Conozco a muchos que no se dejan ayudar y siguen instalados en la queja victimizando su vida.  El remedio es presionar con humildad, para no ir solos, evitando así los engaños en esos puntos altos que son un falso positivo. 

Y, siguiendo con las preguntas: ¿Qué me está pasando ahora que decido quedarme y “tirar”?.  Que tengo que adaptarme a la nueva realidad, donde mi jefe o mi equipo no están siendo palanca, donde sus manías y las mías se han dimensionado. 

Y cuando la inmovilidad nos está matando ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo liderar y no abandonar?

Porque el gran aliado del liderazgo personal es ser inmune a las contrariedades y dificultades. Y con la sensación de inseguridad que amenaza a mi sistema inmune, he de tomar la medicina, la decisión sobre qué voy a hacer con mi propia vida en los próximos meses. ¡He de tomar una decisión!

Y si me quedo, vale la pena hacer un ejercicio de re enamorarme de mi trabajo,  de vuelta a las raíces de mi profesión.  Encontrar motivos para reciclarme, hacerme empleable y motivarme interiormente sin marcharme.

Necesito ayuda. Pero ¿Quién me ayuda? ¿Hago un Coaching o voy a Terapia?

Pues depende. Hay quien invierte en un master para aguantar motivacionalmente, otros deciden trabajar su branding personal como camino para identificar las posibilidades de su perfil, o acentúan la presencia en redes sociales. En cualquier caso la mejor opción siempre será la tuya, la que hayas elegido para crecer como profesional y como persona.

No olvides que un buen guía coach te puede llevar más rápido hacia tus objetivos, puede ser tu asesor personal para desarrollo de estas competencias o necesidades, para empezar a ver el mundo desde la posibilidad y no desde la carencia.  Para no ver la realidad como un pistolero, sino como alguien con quien puedo dialogar para entenderle y adaptarme mejor.

Con esa ayuda aprenderás:

        • La importancia de la resiliencia como gran ventaja competitiva, cómo buscar el equilibrio necesario.
        • A reconocer la identidad de tu talento por ti mismo, sabrás ver tu potencial y capacidades para tomar decisiones de futuro.
        • Que mereces respeto y valoración y estabas perdiendo la capacidad de mirarte como valioso y también apreciarlo en los otros.
        • Autoconfianza, que en gran medida te llega de  personas que consideras importantes y que reconocen tu valía, progresos y grandezas.

 

Un buen coach nos refuerza la autoestima profesional, mejorando la visión de nosotros mismos y de esta manera, dejamos de sentirnos inseguros en el entorno. 

Así al  ser más amigos de nosotros mismos,  ya no tenemos atrapado al  propio  yo y nos abrimos a los demás.

 

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Noemí Merchán Yuste
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“Mamá y papá, tengo novio/a”

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¿Es normal que los niños se enamoren alguna vez entre los 3 y los 13 años? Los niños/as  se enamoran como parte de su desarrollo afectivo.  Cada edad tiene su  tipo de “noviazgo”.

Hay hombres y mujeres de 40 años que tienen noviazgos como si tuvieran 3 años

¿No es verdad que, si vuestro niño/a de 3 años os viene diciendo que tiene novio/a, te hace mucha gracia, y que, por el contrario, si tu hijo/a de más de 12 años os dice lo mismo, deja de hacerte gracia y empieza a crearse una columna de humo entre vosotros y vuestro/a hijo/a?

Bienvenidos al mundo de la comunicación infantil y adolescente.

Tanto a los 3 como a los 13 años vuestro hijo ha decidido contaros cómo se siente y cómo está descubriendo una nueva forma de relacionarse fuera de su familia.

La niñez y de la adolescencia son procesos donde el gusto y el deseo de estar con el otro es la línea matricial y ello es necesario para cualquier desarrollo personal.

No se puede frivolizar sobre el hecho de tener o no tener novio porque, si no se encauza de manera adecuada desde el principio, pueden darse “daños colaterales”, algunas veces con una huella irreversible que tiene su origen en la infancia o la adolescencia.

A los 5 o 6 años empiezan a aparecer esos “falsos noviazgos”, que son los primeros enamoramientos donde la figura del amor a la madre empieza a no ser la única en el desarrollo del amor en los niños.

4 claves educativas:
NO HAY QUE SORPRENDERSE NI DARLE MÁS IMPORTANCIA DE LA QUE TIENE. AL DECIROS, “PAPÁ Y MAMÁ, TENGO  NOVIO/A”:
  • Vuestro niño/a no ha hecho otra cosa que imitar el lenguaje de los mayores.
  • Está socializándose, reconociendo a otros niños como diferentes a él y a su entorno familiar más próximo.
  • No existe para ellos ninguna connotación sexual ni genital. No le añadas tú esa connotación.
  • Ha empezado a sentir y a necesitar sentir la proximidad de otros, el deseo de agradar y la alegría de ser elegido para compartir compañía.

Lo que antes te hacía gracia, a partir de los 10 años empieza a inquietaros de tal forma que creéis que la mejor manera de sobrellevar la preocupación es diciéndoles:

“Hasta los 18 años olvídate de tener novios/as”

Detrás de esta frase hay más miedo e ignorancia educativa que sentido común.

Se entra fácilmente en la trampa de pensar que estamos educando pues lo prohibimos por su bien.

Es verdad que, hasta los 16 ó 17 años, los jóvenes no están buscando una relación más única y exclusiva que sus anteriores relaciones. Es a esta edad, a partir de los 16 ó 17 años, cuando son capaces de generar expectativas en sus relaciones.

Sin embargo, cuando los padres prohibimos cualquier referencia a un novio/a pensando que lo hacemos por su bien, ¿a qué bien os estáis refiriendo? ¿Al bien de no volver a hablar de ello hasta los 18 años, o a no querer saber ni volver a hablar de cómo se siente tu hijo cuando sale y va al colegio o con sus amigos?.

Parte de su socialización consiste en preocuparse de estar limpio y arreglado y de “gustar” a sus amigos en este sentido.

Esta “preocupación” por integrarse en un grupo a través de la indumentaria es parte del buen desarrollo de su identidad sexual y la de los demás.

En cuanto a la identidad sexual, estamos viviendo un momento histórico y cultural que invita a la ambigüedad, la individualidad y lo disruptivo.

Lejos de escandalizarnos, debemos bajar a la arena de lo que se está cociendo en la calle donde están vuestros hijos.

Hay que saber cómo y cuándo preguntar y esperar respuestas por parte de ellos, mucho más que gastarnos en eternos sermones. Es la única manera de invitarles a decirnos cómo se sienten y de verdad poder ayudarles. Sus palabras son certezas y evidencias, las tuyas son elucubraciones o teorías que no se sustentan si no escucháis primero a vuestro hijo/a.

Enseñar a los hijos a enamorarse “bien” es todo un aprendizaje, basado en el dar y recibir a través de una amistad sólidamente construida en el tiempo.

Si no aprenden a querer de verdad, no lograrán configurar bien su personalidad y no sabrán qué esperan de ellos mismos en un futuro.

La educación para el amor y no para el sexo es la estructura necesaria para que una persona pueda y sepa enamorarse. Sin entender lo que es amarse a uno mismo como a los demás, nunca podrá llegar a enamorarse con madurez.

Enamorarse es la suma de sentimientos de seguridad personal,  junto a  un coste bestial de las hormonas necesarias para que se dé la atracción y el deseo (oxitocina, serotonina, dopamina, norepinefrina), además de la amistad.

 

Si empezamos a aceptar cierto lenguaje afectivo desde los 3 años como este : “Mamá y papá, tengo novio”,  con naturalidad, habremos empezado nuestro master familiar sobre afectividad y estaremos ayudándoles a progresar en sus sentimientos de la forma más evolutiva y sana posible.

Si rechazamos este lenguaje y sus futuros lenguajes, se aferrarán más a sus errores de percepción y a sus enamoramientos idílicos.

Este rechazo, lejos de ser un aprendizaje, dejará a tu hijo sumergido en un túnel subterráneo por el que se deslizará hacia su vida de adulto en solitario.

 

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En Navidades menos es más

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navidadDesde hace años vivimos unas Navidades donde «más» es bueno y mejor

A mí me gustaría proponeros un nuevo horizonte para las Navidades.

Desde que la sociedad ha alcanzado un nivel óptimo de bienestar, la Navidad se ha convertido en una auténtica maratón de ostentosidad y consumo que, en algunos casos, llega a manifestar «mal gusto».

Me pregunto, ¿tan complicado sería darle la vuelta a esta mentalidad tan poco saludable para la protección de las personas y nuestro planeta?

Reinventemos la Navidad donde «menos» sea más y mejor

Propongamos entre todos los que estáis en el Mundo de Sophya 4 cambios de actitud:

 

    • Hacer menos fuera para contemplarnos mejor por dentro.
    • Comprar menos es disfrutar más y mejor de nosotros mismos.
    • Comer y beber menos es ser mejor.
    • Aparentar menos es ser más real y auténtico.

Pequeñas nuevas propuestas a incorporar a las Navidades para tener mejores actitudes:

    1. Ver caer la nieve.
    2. Oír música de villancicos.
    3. Leer cuentos de Navidad.
    4. Contemplar el fuego de una vela.
    5. Estar pendiente de que no haya luces encendidas que sean innecesarias.
    6. Cuida tu ropa para que puedas darle más uso.
    7. No tires ropa o papeles al suelo mientras haya papeleras o cubo de basura.
    8. Llena los recipientes hasta el borde y no dejes que rebose.
    9. Si alguien necesita que le acompañen en silencio, quédate a su lado.
    10. Si alguien necesita que le escuchen, favorece con cariño su monólogo.
    11. Procura que no sobre demasiada comida en la mesa y/o en la nevera.
    12. Los juguetes se usan y se recogen, no se rompen o dejan tirados.
    13. Bebe menos alcohol y más agua para cuidar tu cerebro y tu cuerpo.
    14. Tomar algo de dulce gratifica, tomar dulce en exceso produce enfermedades.

 

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¿Has hecho ya un reset post pandemia?

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pandemiaAntes de que termine el año, te invito a hacer una reflexión:

Estamos en medio de un cambio de era: la post pandemia y aún seguimos  enfrentándonos a una nueva realidad.

Este  cambio de era ha supuesto un nuevo modo de vivir el día a día.

Hoy hablamos claro de lo que a todos nos afecta:

Todavía no somos capaces de mantener la concentración en medio de las distracciones.  Estamos en el  “a mí ahora me cuesta mucho más leer”.

Las relaciones sociales han cobrado más protagonismo ahora que hemos redescubierto lo que vale vivir. Al tiempo que vamos aprendiendo a adaptarnos a la  norma de interacción basada en la demarcación de límites en pro de la  evitación de contagios o auto protección. Es un disfrutar de las conversaciones con restricciones físicas.

¿Tú aún crees que eso no te está dejando huella?

Ciertamente hemos aprendido a mirarnos más al fondo, a tener relaciones no tan basadas en la imagen -que se nos condona-, sino en la mirada que permanece.

¿No te resulta limitante no poder mirarnos al rostro completo? 

  • No, si somos lo suficientemente equilibrados para tomar la parte por el todo.
  • Sí, si nos autoimponemos la necesitad de la totalidad física. A la vez hemos aprendido a mirarnos ya no tan desde la superficie del  ‘buy me‘  por mi imagen. Eso ha sido evolutivo.

Ahora bien, no todos lo están viviendo de la misma forma y  hoy por hoy nos encontramos en consulta muchas personas con angustia y stress, yo diría desgaste emocional de la pandemia.

Nuestra recomendación, y disculpad por la expresión  es hacer una vomitera post pandemia. Si no lo has hecho ya te recomendamos reunirte con tus más íntimos amigos y hablar de lo aprendido, del dolor interno al que va siendo hora de poner nombre, los insomnios, los miedos pasados y temores futuros. Va pasando el tiempo y no aumentan los contagios de COVID tanto como las situaciones de estrés no reconocidas durante este tiempo de 2 años.  

pandemia

Estos pequeños síndromes de fatiga  se están solucionando  cuando dejándonos de tabús, los atajamos con una simple sesión de mindfulness para la concentración  en lo que podemos hacer con nuestras emociones y nuestro estado de salud. No es tanto llegar a un estado de satori’ donde nada nos afecte, como convivir en el estado de pandemia evitando que nos afecte demasiado. A mayor Inteligencia Emocional mejor vamos a responder ante las situaciones de estrés de adversidades diarias.  Hablemos claro entre iguales, que eso somos, y afrontaremos mejor este mundo post-pandemia con las herramientas de la Inteligencia Emocional.

Se habla de la Gran Resignación como la no aceptación o rechazo interior de lo real. Encontramos que la angustia se supera cuantas más cosas adversas aceptamos. Hablamos mucho en las Organizaciones empresariales de resiliencia para gestionar la vulnerabilidad. El secreto está en la capacidad de adaptarnos a situaciones difíciles.

Las líneas limítrofes del efecto mascarilla generan fatiga afectivo emocional. Llevemos con garbo esa limitación expresiva y planifiquemos también buenas reuniones en las que intercambiemos impresiones sobre estos fenómenos en la piel de cada uno y, estaremos ayudando a normalizar la salud psíquica de nuestro entorno.

Ya que hemos tenido que aprender demasiado rápido a adaptar nuestras necesidades a la crisis económica  y social, acusando cuadros de estrés en nuestros empleados, nos hemos de preguntar si sabemos que su origen está en la falta de descanso emocional que genera la pandemia. El modelo híbrido de teletrabajo no superior al 30%  de la jornada en tres meses, no más de tres días a la semana, nos están demostrando que genera alta satisfacción al empleado y mejora la visión de su salud emocional.

De nuevo, cuánto ayuda poner en práctica la atención plena como forma de autoconciencia y concentración.

 Necesitamos asistencia  que nos dirija a objetivar las cosas.

 

Noemí Merchán Yuste

Asesora de Talento

 

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Queridos amigos y colaboradores del Gabinete Sophya

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Queridos amigos y colaboradores del Gabinete Sophya,

Durante este año 2021 que ya por fin estamos acabando…hemos estado creando una nueva página web más cercana, intuitiva y versátil.

Creemos que os merecéis más formación e información sobre nosotros y nuestros servicios por este motivo queremos enseñaros las novedades más importantes.

Hay muchos “por qués” y “para qués” de nuestro trabajo en equipo que queremos  compartir con todos vosotros los que nos conocéis desde hace tantos años y  con todos aquellos que nuestra marca forma parte ya de vuestra familia.

 

 

Un año más estamos muy orgullosos del equipo humano que os atiende a cada uno de vosotros cada vez que habéis acudido a nosotros y os damos las gracias por confiar en nosotros.

Desde sus inicios el Gabinete Sophya ha tenido y tiene grandes profesionales en la vanguardia de la terapia humanista y personal que ponemos  el centro en el desarrollo afectivo de cada una de las personas que nos pide ayuda.

    • Noemí Merchán Yuste, Coach para procesos transformacionales a nivel personal, profesional o de crisis de crecimiento en adolescentes.
    • Ines Poch de Gaminde, psicóloga clínica especialista en adolescentes y terapias TDAH.
    • Iván Martín Villa, psicólogo clínico, terapeuta ocupacional y grupal con amplios conocimientos en adicciones.

Y a demás todo un equipo de psiquiatras y psicólogos clínicos  externos con la misma línea de terapia personal y humanista de nuestro equipo regular, a los que acudimos de manera fluida para trabajar en equipo de manera permanente.

Nuestro equipo técnico esta formado por:

    • Almudena Rivadulla Duran, Especialista en revisión de textos y publicaciones.
    • Angela Calmet Acosta, que es nuestra coordinadora general de equipos y de atención personalizada.
    • Patricia Anuel, es nuestra Community Manager

Hoy más que nunca queremos seguir apostando por la estabilidad y la armonía de vuestra familia, pareja  y las personas que os quieren y queréis. Y en este espacio es donde siempre nos vais a encontrar, bienvenidos al Mundo de Sophya

El Gabinete Sophya  es mucho más que una marca comercial, es un acrónimo que describe nuestra esencia humanista. Se fundó en 1989 y desde entonces hemos ido superando todos los retos de innovación tanto tecnológica como terapéutica y este tipo de forma de trabajar tan vanguardista  ha hecho posible que nuestro nombre haya estado y está en muchos países de los cuatro continentes.

No existen realidades perfectas, pero si existen personas y profesionales que creen en valores que nos ayudan a acercarnos a nuestra mejor perfección posible.

La felicidad no se alcanza en solitario.

Si quieres apoyarte en un equipo que te ayude a alcanzar la madurez afectiva que te haga feliz, cuenta con nosotros.

Todos los profesionales que trabajamos para el Gabinete Sohya estamos identificados con nuestro lema:

“No se trata de pensar mucho más sino de pensar de otra manera”

 

En nuestra próxima publicación os invitamos a leer un nuevo artículo escrito por Noemí Merchán Yuste.

Fundadora y CEO del Gabinete Sophya

Sara Pérez-Tome Román.

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En tu matrimonio sois un trío: él, tu suegra y tú

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matrimonio

Si en tu matrimonio sois un trío, tu suegra, tu cónyuge y tú probablemente sea porque te has casado con un Edipo no resuelto y no lo viste venir.

El complejo de Edipo fue estudiado e identificado como tal por el psicoanalista Sigmund Freud.

El nombre de Edipo viene de un mito griego y se refiere a un vínculo afectivo muy intenso entre un hijo y su madre, y una rivalidad también muy intensa con el padre, que surge de manera habitual entre los 3 y 7 años de la infancia de un niño.

La figura de la madre en el apego es importantísima en el desarrollo afectivo de cualquier niño, pero si se mantiene así de profunda y dependiente de la madre, en la edad adulta nos encontraremos con un complejo de Edipo no resuelto que genera muchos problemas psicológicos al que lo sufre y muchos problemas relacionales a quien comparte vida con la persona que lo sufre.

Cuando uno ha llegado a los 30 años y no ha resuelto su relación tóxica tanto con su madre como con su padre, nos encontramos con una persona que tiene serios problemas sentimentales con las parejas con las que se relaciona.

Estancarse en tu infancia afectiva de manera inconsciente y apegado a tu madre, genera una serie de síntomas psicológicos y de conducta muy característicos, que voy a describir de la forma más clara posible en 7 puntos:

        1. Suelen ser hombres inmaduros, con problemas para identificar su yo y su forma de actuar, debido a su gran dependencia emocional con la madre.
        2. Habitualmente, son dependientes económicamente de la madre (en dinero o en especias) y aunque no lo necesiten.
        3. Tienen un alto nivel de frustración e inseguridad si no encuentra el apoyo de su madre cuando tiene que decidir algo importante.
        4. Nunca tienen claro cuales son las metas y objetivos que quiere alcanzar en la vida.
        5. No saben lo que quiere ni lo que le gusta sin la sombra de su madre cerca.
        6. Les gusta relacionarse con personas mucho mayores que él.
        7. Suelen tener una clara incapacidad para tener relaciones de pareja de manera estable.

 

Llegados a este 7º punto, me toca daros también algunas claves que descifran el matrimonio o la relación sentimental de un complejo de Edipo no resuelto a tiempo:

        1. Durante su matrimonio, mantiene una estrecha relación con su madre (queda con ella y hablan a diario y casi siempre a la misma hora).
        2. Puede estar casado o con pareja y seguir enganchado económicamente a su madre, sin prisas por despegarse de ella.
        3. Tiene una admiración exagerada hacia su madre y ella es una prioridad que está por encima de su mujer o de su novia.
        4. Tiene la tendencia a elegir parejas destinadas a ser un fracaso a medio plazo pero lo intenta siempre.
        5. Se enamora de amores imposibles para él.
        6. Cambia de pareja antes de casarse con mucha frecuencia ya que nunca se siente pleno pues hay una parte de él que no la entrega a su pareja, sino que siempre esta enganchada a su madre.
        7. Necesita no solo el consejo, sino también el consentimiento de su madre en la toma de decisiones sobre temas referentes a su matrimonio.
        8. Puede llegar a sufrir impotencia sexual debido a que entran en conflicto de manera inconsciente, los deseos afectivos hacia su madre con los deseos sexuales hacia su cónyuge.

Todas estas conductas dependientes de la madre generan en el matrimonio una inestabilidad emocional, psicológica y sexual debido a que madre e hijo se sienten atrapados en su relación sin ser capaces de evitarlo por sí mismos.

Un complejo de Edipo sin ayuda psicológica es una persona que tiene el corazón dividido entre su madre y su pareja, con el consiguiente desgaste emocional y afectivo para su pareja, que se siente con mucha frecuencia desplazada o anulada frente a la relación entre madre e hijo.

ALTERNATIVAS QUE NOS INVITAN A ENCONTRAR SOLUCIONES A TU MATRIMONIO:

      • Tu pareja tiene que aceptar que tiene un problema afectivo con su madre y contigo.
      • Si tu pareja lo identifica, podéis pedir ayuda especializada a nivel personal, matrimonial y familiar.
      • Tu pareja madurará psicológicamente como parte de la solución si prioriza por su matrimonio.
      • Si toma conciencia de cómo le está afectando a su vida diaria la dependencia con su madre, necesitará desligarse económica y emocionalmente de ella y así recuperar el sentido de su vida en primera persona.
      • Que tu pareja quiera despegarse de los privilegios de ser “el niño de su mamá” para ser la pareja de su cónyuge solamente.
      • No sentirse influido por la resistencia de su madre a  no dejarle crecer por sí mismo para que siga necesitándola.
      • Si descubres quien es, no se dejará chantajear emocionalmente por una madre que no desea aceptar que su hijo tiene que madurar y crecer solo.

Una madre enganchada a un hijo Edipo necesita también ayuda para superar la codependencia que tiene con su hijo.

Debe superarla y aprender a querer a su nuevo hijo con vida de adulto. Una madre que acude a terapia podrá ayudar —¡y mucho!— a cortar el cordón umbilical que la tiene unida a su hijo de manera asfixiante para él y su mujer.

Este tipo de relación necesita de ayuda psicológica. Por sí solos ninguno puede gestionar la situación. Necesitan ayuda experta y recuperar el lugar que le corresponde a cada uno de ellos.

Pero, si el hombre Edipo no se decide a resolver sus problemas psicológicos de afectividad, el matrimonio y su vida serán siempre inestables e insatisfactorios.

Un psicólogo puede dar al trío las herramientas y apoyo necesarios para hacer frente a la nueva historia de vida personal, matrimonial y familiar. Por otro lado, un complejo de Edipo soltero también es inmaduro, inestable e infeliz, pero no perjudica a nadie más.

Sin embargo, se encuentra atrapado y su madre no será capaz de ayudarle a salir de ello. De ahí que soltero o casado, siempre necesitará ayuda experta externa para salir de su estancamiento infantil.

 

Próximamente se publicará también un post sobre el complejo de Electra o  síndrome de Munchausen, que trata sobre la relación tóxica de una madre con su hija.
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Cuando mi niño se hace grande

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María Pérez-Tomé
Maestra de Ed. Primaria

 

niñoEl final de la etapa de Ed. Primaria no sucede en junio de 6º. Retrocedamos un poco y miremos con lupa desde el comienzo de 5º. Es ahí cuando, como padres y profesores, nos lo jugamos todo.

No es tiempo de barbecho. Lo que no sembremos ya, raramente lo vamos a recolectar. La buena noticia es que a los diez años el campo está fértil para dar buenos frutos. La mala noticia es que si no aprovechamos el dulce otoño de quinto y los meses que le siguen, quizá las malas hierbas comiencen a brotar y a enraizarse en exceso.

Ahora que ya hemos superado septiembre con el lío de los libros, nuevos profesores, incertidumbre del nuevo curso… es el momento de ocuparnos de lo que realmente importa y que no siempre está en los libros: del futuro adulto en el que mi hijo se va a convertir. Sí, mi niño ya se nos hace grande.

El curso de 5º es un año muy especial. Los alumnos suelen estar muy receptivos al aprendizaje y muestran muy buena actitud, tanto con sus compañeros como con los adultos (profesores y padres). Durante este año son fundamentales los valores y conductas que les inculquemos. Después, viene la adolescencia y lo que no hagamos ahora, va a repercutir en los próximos años.

Un niño educado en valores, en esfuerzo, en respeto, en estudio… suele ser un adolescente con la rebeldía de bajo perfil y termina siendo en el futuro un adulto feliz del que nos sentiremos orgullosos como educadores.

 

Me gustaría comenzar haciéndoos una pregunta cuya respuesta cada uno la encontrará al final de la lectura. Se suele decir que los padres debemos plantearnos qué mundo deseamos dejar a nuestros hijos. Pero yo creo que esa no es la cuestión. La verdadera reflexión es:

¿Qué hijos vamos dejar para este mundo?

niñoComo padres no lo tenéis fácil, pero mirar hacia otro lado o esperar a que otros hagan vuestro trabajo, no ayuda a responder esta pregunta de forma responsable. Educar puede ser difícil, pero no imposible. Qué mejor que pensar que la generación de vuestros hijos pueda a ser la que cambie el mundo y lo convierta en un lugar mejor y más seguro. De esta generación van a salir abogados, médicos, cocineros, deportistas, empresarios, profesores, policías, artistas… Cada uno, a su manera, tendrá una responsabilidad en la vida que la llevarán a cabo en función de lo que nosotros como educadores le hayamos querido transmitir.

Teniendo en cuenta que sois unos padres nacidos en el siglo XX, pero que vuestros hijos son del XXI, os quedan tres retos importantes. Los grandes retos de la vida en el siglo XXI son: la ecología (planeta sostenible), aprendizaje de contenidos adaptados a la realidad y la formación como persona. No hay excusas. Todo lo que se puede aprender, se puede enseñar, aunque a veces tengamos que insistir e insistir. Pero merece la pena.

I. Un planeta sostenible depende de pequeños gestos cotidianos, pero importantísimos que deben formar parte de nuestra vida cotidiana:

LAS 4 R:

Reciclar- Reducir- Reutilizar- Reparar

 

II. La cultura del esfuerzo en su aprendizaje académico es la base de su éxito profesional y personal. Su autoestima se irá forjando a lo largo de este tiempo, ganando en seguridad y satisfacción, sintiéndose feliz consigo mismo.

El dilatar este reto para más adelante es solo pan para hoy y hambre para mañana. El mundo sigue avanzando y, para cuando se quiera enganchar, le va a ser complicado ponerse al ritmo de los demás.

 

Si transmitimos desde la positividad y desde nuestra satisfacción la importancia del esfuerzo, para vuestro hijo es mucho más fácil y agradable. Intentemos que su primera opción de profesión en el futuro no sea convertirse en youtubers o en colaboradores de Tele5.

 

III. Su formación como persona engloba todo lo anterior y más. Este reto no comenzará este curso, este reto lleva formando parte de su vida desde su nacimiento.

Es verdad que hasta ahora han necesitado nuestra supervisión en aspectos muy básicos, pero ya no. Y eso es lo bueno, ahora nos toca centrarnos en el desarrollo de su inteligencia emocional, en los valores que van a hacerle diferente, en la potenciación de las cualidades que posee y en el perfeccionamiento de aquellas condiciones que le cuestan o no tiene.

Para todo ello es fundamental trabajar valores de forma natural en los actos cotidianos sin grandes aspavientos ni desafíos alucinantes, no necesitamos que nuestro país esté en guerra para ser amantes de la paz. Como adultos, nosotros debemos ser los primeros impulsores y ejemplos de esas conductas.

VALORES RECOMENDABLES:

Inocencia: seguir creyendo en la bondad, en la amistad, en los Reyes Magos, en la magia…

Ilusión: evitar que se sientan hiperregalados, eso les quita la ilusión por cosas sencillas o nuevas. Aprender a saber esperar, las ilusiones no materiales son importantísimas, favorecer las mariposas en la tripa.

Aceptación: aprender a admirar los éxitos de otros (famosos, compañeros o personas cercanas), desear conseguir metas dentro de sus posibilidades, practicar deporte, manualidades, actividades artísticas…

Responsabilidad: es fundamental para poder crecer en todos los aspectos. Un niño irresponsable de sus actos, se vuelve un tirano con los adultos y termina siendo rechazado por sus compañeros.

Desear: es bueno ayudarles a tener deseos, son la base de la felicidad y de una actitud alegre ante la vida. Los deseos no siempre deben estar basados únicamente en cosas, los deseos más bonitos son los que no se pueden comprar.

Amistad: a esta edad los amigos comienzan a ser una parte muy importante de su vida. La amistad necesita de otros valores: sinceridad, generosidad, respeto…

Autoestima equilibrada: con todo lo anterior, les va a ser mucho más fácil tener paz interior y gratitud hacia todo lo que le ofrezca la vida. Es decir, se va a notar muy feliz consigo mismo y con lo que le rodea, sin sentirse frustrado e irascible ante cualquier situación que no sea la esperada.

niño

  • Cuando vemos en el telediario noticias como los altercados callejeros después de los botellones, el acoso a personas con minusvalías, las manadas de violencia sexual… Yo siempre pienso que esos chavales, un día, tuvieron 10 años y que seguro que sus padres se estarán preguntando: ¿qué no hicimos bien para que nuestros hijos sean así? Ahora es nuestro momento para conseguir que nuestros hijos solo salgan en el telediario por haber llegado a ser personas íntegras profesional y personalmente.
  • El hecho de que vuestros hijos sean ciudadanos del siglo XXI, por nacimiento, nos debe hacer reflexionar sobre un punto fundamental en el que nos llevan ventaja y siempre va a ser así (aunque eso no nos exime de responsabilidad). Me refiero a: Internet, dispositivos electrónicos, videojuegos, chats, series de plataformas…
  • La palabra juego ya no significa lo mismo, nuestro concepto de jugar es propio del siglo pasado. Para ellos un juego está vinculado a una pantalla, a unos jugadores conocidos o desconocidos, a un nivel de agresividad alto, a una competitividad violenta… Y todo ello envuelto con el lazo de la palabra JUEGO.

La mayoría son juegos cargados de contravalores que, como padres, les compráis y después, cuando hay que poner límites, ya no podéis deshacer lo hecho.

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que se catalogaba el abuso de los videojuegos como un trastorno y una adicción.

  • No podemos olvidar la influencia tan peligrosa que tienen los youtubers e influencers en sus conductas, ropa, vocabulario, mensajes y publicidades ocultas, incitación al consumismo…
  • Las redes sociales son una herramienta tan buena como peligrosa. Yo las comparo con los cuchillos que tenemos en el cajón de la cocina. Los tenemos ahí porque son necesarios, pero antes de que vuestro hijo los use, esperamos a que tenga una edad adecuada, le explicamos cómo y para qué se utilizan y le supervisamos mientras lo tiene en las manos para así asegurarnos que lo hace bien y evitar el peligro que puede tener por el simple hecho de ser cuchillos. Pues con las redes sociales, lo mismo.

– Las redes sociales conllevan un peligro relacionado con el colegio: bullying. Recordad que vuestro hijo no está exento de ser acosado, pero también puede ser el acosador, por muy inocente que creamos que es. Mi consejo es que no tienen edad para redes sociales, salvo si es para un uso académico con un adulto educador como miembro del grupo.

– Es fácil escuchar que siempre ha habido en lo colegios algún “rarito” y que no es nuevo el meterse con este tipo de niños. Ese análisis es demasiado simplista. Antes, ese tipo de acoso sucedía solo dentro del recinto o del horario escolar y después el niño acosado tenía una vida tranquila. El bullyng es un acoso virtual que dura 24 horas, 7 días a la semana y puede alcanzar perímetros inimaginables.

  • Del móvil con 10 años o antes, conectado a Internet, ya os podéis imaginar mi opinión.
  • La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha alertado que la edad media de acceso a la pornografía entre los menores se sitúa en los 8 años. El primer error es pensar que tú hijo eso no lo va a hacer.

– La pornografía del siglo XXI no son fotos de chicas desnudas. La pornografía a la que tiene fácil acceso vuestro hijo son escenas y vídeos cargados de violencia que generan una importante deformación sexual y de carácter machista, y sobre todo con un gran impacto en la sensibilidad en un niño de 10 años.

– Vuestro hijo quiere saber sobre sexo, SÍ. De nosotros y de nuestro cariño a la hora de informarles de algo tan natural en la vida, va a depender cómo va a ser su educación sexual de adulto.

niño

  • Disfrutad al máximo este 5º curso. En 6º, algunas cosas no van a ser tan fáciles. Nos acercamos a la adolescencia, unos van más rápidos que otros. No debemos acelerar ni adelantarnos, sin prisas. Cuidando y poniendo límites a su vestimenta, forma de hablar, palabrotas, formas de ocio, música, bailes, gestos, series, mundo virtual…
  • A pesar de lo anterior, se da la contradicción de que los niños cada vez son más infantiles en todo lo relacionado con la madurez personal, responsabilidades, esfuerzos… Pero luego, contrasta con el alto grado de sexualización en el que se ven inmersos. De nosotros depende que nuestros chicos vivan como un niño de 10 años y no como un adolescente de 14 sin la madurez para digerirlo adecuadamente.

 

 

niño

Por último, os vuelvo a hacer la pregunta del comienzo:

¿Qué hijos vamos dejar para este mundo…?

 Ahora es el momento de responderte

 

 

 

 

 

 

 

 

María Pérez-Tomé
Maestra de Ed. Primaria

 

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