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Conciliación real: entre lo urgente y lo importante está la familia

Papá y mamá, por favor NO corráis

Conciliación real: entre lo urgente y lo importante está la familia

Papá y mamá: Cuando uno se organiza la vida, a veces se olvida de contar con el tiempo que tiene que organizarse para también darse a los demás.

Nuestras 24 horas del día de todos los días del año, no son solo para nosotros, en concreto para “los padres que tienen hijos lo tienen claro”.

En nuestras 24 horas, tienen que estar claras las cosas ya programadas en conciliación a los horarios necesarios que a veces a la fuerza están presentes dentro del continuo orden necesario de una vida llena de planes. Pero también tenemos que tener muy claro que hay veces que también habrá situaciones imprevistas que nos van surgiendo y que también ocupan su tiempo.

Tanto el tiempo programado como el tiempo reservado para los imprevistos, nos hacen muchas veces tener muy poco tiempo de sosiego para la atención a la familia.

Tiempo de sosiego para la familia es tiempo de no hacer nada y de estar ahí con los tuyos. Como “No por mucho madrugar amanece más temprano”, tenemos que ser capaces de administrarnos bien aunque tengamos que:

“Hacer lo urgente en muchos casos, pero sin abandonar o desplazar lo importante que es la atención a la familia”

Sabiendo priorizar podrás conseguir regalar a nuestro matrimonio y a nuestros hijos, tiempo de paz y tranquilidad. Es verdad que haciendo las cosas más deprisa nos da tiempo a hacer más cosas, pero…

¿Qué cosas son las que de verdad nos tienen que importar?

todas o sólo las necesarias para que en nuestra familia se tenga una imagen positiva de lo que es ser padre y madre o hermano con las cosas buenas y malas de cada día.

El mejor secreto para conseguirlo: vivir sin tener prisa por vivir

Si de verdad queremos hacer algo importante por los hijos, es no tener prisa por convivir, parecido a lo que también hacen los abuelos cuando están con sus nietos y les regalan tiempo con historias,  canciones y anécdotas familiares ya pasadas, sin dejar de mirarles a los ojos sonriendo.

Aprendamos de nuestros padres, los ahora abuelos, a querer a nuestros hijos dándoles nuestro tiempo como si todo el tiempo fuera solo para ellos.

Nuestra familia no es una cosa más, es lo más importante del día y de cada día y después, todo lo demás.

Sara Pérez-Tomé

Este artículo ha sido redactado por Sara Pérez-Tomé, especialista en asesoramiento en pareja, familiar, personal y educativo. Ofrecemos orientación y formación en Majadahonda y Málaga para padres, parejas, docentes, etc. Conoce más sobre nuestro trabajo en asesoramiento personal, orientación familiar, en pareja y formación especializada en Gabinete Sophya.

No es lo mismo ser o tener familia

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No es lo mismo ser o tener familia

Tener familia, para que un hijo crezca feliz necesitamos querer querernos por lo que somos y no por lo que tenemos.

 

Parte de nuestra felicidad consiste en saber valorar los pequeños placeres de cada día, y así poder descubrir por ti mismo la cantidad de pequeños motivos que puedes tener a diario para ser agradecido en esta vida y con tu vida.

Cuando solo te ocupas y te preocupas de las contradicciones diarias parece que la vida es la que siempre está en deuda contigo y que el ser agradecido no es lo que se espera de ti después de tener tantas desilusiones.

Todos los terapeutas, orientadores y las familias, pensamos que para que un hijo crezca feliz y sus padres se desarrollen como buenos educadores, necesitamos hacer crecer en nuestro núcleo familiar no sólo afectos y renuncias, sino también el esfuerzo que supone la entrega dentro de una familia que nos predispone a querer querernos por lo que somos y no por lo que tenemos

Pero no siempre podemos distinguir con claridad cual es la forma más idónea de aceptarnos como somos y poder convivir siendo lo que somos.

Hay muchas familias comparten el cuarto de estar, la televisión, la nevera y poco más.

Es entonces cuando se produce una extraña convivencia la de los que parece que son:

Padres que viven como si no tuvieran hijos, e hijos que viven como si no tuvieran padres

Hoy en día debemos recordarnos a nosotros mismos de vez en cuando que, la familia no está solo compuesta por padres e hijos unidos por un mismo apellido. Porque la familia también serán esos otros que llevan tu apellido pero que no son tu familia nuclear sino tu familia extensa (política):

suegros, cuñados, sobrinos, tíos…

Así que tu apellido lleva también contigo a muchas otras personas con las que te relacionas de manera familiarmente cercana.

La unión de los padres no sólo se basa en el enamoramiento, la atracción y el acoplamiento personal, sino también y muy importante  se basa también en la voluntad de las partes de querer entregarse el uno al otro, ocurra lo que ocurra… incluidos los desacuerdos con otros familiares y las posibles consecuencias de ello.

Cuando en los matrimonios solo existe el enamoramiento, a lo largo del tiempo los sentimientos y deseos de unión se resienten y disminuyen y entonces quererse y querer a la gente de tu familia es una pesada carga que termina por romper la mochila de tu vida.

Cuando existe el cariño y los afectos de verdad, no pesa ni resulta antipática la vida familiar cotidiana.

Enseñar lo que es el cariño y el afecto familiar, es ayudar a los hijos a que crezcan queriendo y sobre-queriendo

Sara Pérez-Tomé

Os invito a ver este interesante vídeo de Pilar Sordo

Este artículo ha sido redactado por Sara Pérez-Tomé, especialista en asesoramiento en pareja, familiar, personal y educativo. Ofrecemos orientación y formación en Majadahonda y Málaga para padres, parejas, docentes, etc. Conoce más sobre nuestro trabajo en asesoramiento personal, orientación familiar, en pareja y formación especializada en Gabinete Sophya.

La familia cuna de la tolerancia

La familia, "la cuna" es el mejor espacio disponible para aprender a crecer compartiendo y queriendo a los demás.La familia, “la cuna” es el mejor espacio disponible para aprender a crecer compartiendo y queriendo a los demás.

Todos los meses recibimos noticias lamentables de la muerte violenta de mujeres a manos de hombres.
 
¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI, la gente no puede vivir libremente y en familia unidos por la verdad y el cariño? 

La falta de conocimiento de los valores básicos para convivir, hace que parezca que estamos protegidos por una tolerancia mal entendida.

En la familia no todo debe ser tolerable, la libertad  y la sinceridad no es ilimitada y termina cuando se falta a la verdad y al respeto entre las personas. Se dice y hoy por hoy sucede en muchas familias que: “Donde hay confianza da asco”.

Uno de los principales carencias de valores para poder convivir juntos hombres y mujeres es el desconocimiento por parte de todos a cerca de la natural y necesaria complementariedad  entre el hombre y la mujer.

Esto da lugar a que las diferencias entre unos y otros sean carencias o debilidades para una de las dos partes con esta mentalidad es difícil poder convivir con nadie del otro sexo y si no estas dispuesto a pactar con las diferencias entre iguales, no te cases, no tengas hijos y vive solo, para no someter a nadie bajo tus  tiránicas y ya obsoletas razones de vivir.

En la intimidad de un hogar es donde mas fácilmente se puede romper el equilibrio entre la libertad, el respeto y el bien común. Los tiempos que corren no funcionan con:

“la mujer es el sexo débil” o, “esto se hace porque yo te lo digo”

Los intolerantes solo están tranquilos y son amigos de las personas que solo piensan como ellos y con los que puede aplicarles su superioridad de forma cotidiana aplicando sin control  la LEY DEL MÁS FUERTE.

“La tolerancia empieza con nuestra libertad y acaba con el abuso de nuestra libertad por la fuerza y el acoso”

Desde dentro de nuestras familias, padres e hijos, debemos rechazar desde el principio cualquier actitud de violencia e intransigencia, que no nos permita distinguir con tranquilidad y libertad las diferencias que existen entre los dos valores universales:

  • Cuando uno ya no sabe distinguir entre lo que esta bien de lo que esta mal… ya no hay tolerancia adecuada ni libertad en la familia.
  • Tolerancia cero hacia cualquier  acto que anule o destruya el bien, venga de quien venga, de la misma manera que hoy en día se rechazan totalmente la esclavitud, la trata de blancas, el tráfico de armas, o la pedofilia.
  • Debemos mantener tolerancia cero hacia cualquier manifestación de violencia domestica intra-familiar, para ello hay que preocuparse por educar a los hijos en la concienciación y sensibilización social y familiar. Cualquier acto violento que sale en los medios es el escaparate de una violencia doméstica escondida ya hace tiempo en la intimidad de algunas familias.

La paz en las familias no admite silencios por miedo, solo valentía y ganas de saber ver la verdad de los hechos, desde dentro de la familia es donde mejor se construye la mejor cuna gracias al cariño entre sus miembros.

El cariño cohesiona a las personas y la violencia destruye a las familias.

Sara Pérez-Tomé

Este artículo ha sido redactado por Sara Pérez-Tomé, especialista en asesoramiento en pareja, familiar, personal y educativo. Ofrecemos orientación y formación en Majadahonda y Málaga para padres, parejas, docentes, etc. Conoce más sobre nuestro trabajo en asesoramiento personal, orientación familiar, en pareja y formación especializada en Gabinete Sophya.