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A ti madre que le dijiste a tu hijo un “si te quiero en mi vida”

A todas las madres de hijos nacidos y no nacidos y a todas las madres embarazadas

La fuerza del amor maternal, se basa en un “Si te quiero en mi vida” de la madre a su hijo que a partir de ese momento, el amor de los dos va a ser compartido con un “amor ciego” ya que ambos madre e hijo, se aferrarán a conservar esta nueva vida.

 

  • Madre e hijo se aceptan sin haberse elegido anteriormente para tener una relación basada en el amor incondicional mutuo. Ni el hijo eligió a su madre ni la madre eligió a su hijo; pero sin haberse sido elegidos previamente, el hijo confiará plenamente en la madre y por eso se deja mantener y cuidar desde el minuto uno de su transitoria vida maternal.
  • Madre e hijo después de el “Si quiero” estarán compartiendo unas semanas y meses antes de nacer y después los 365 del año de sol a sol.
  • Una vez finalizado el embarazo, sus corazones seguirán latiendo juntos aunque haya un día en estén separados a miles de kilómetros.
  • Madre e hijo por ley natural es ella la que se ira de este mundo antes que el hijo, pero la huella que le dejes sobrevivirá a tu muerte hasta la muerte de tu hijo.
  • Es antinatural y casi destructivo para la madre que un hijo pueda morir antes que ella, y cuando esto por desgracia a veces ocurre siguen sus dos almas conectadas mientras ella viva.

Un día mi marido escribió:

 

“El día de la madre no es para felicitar a una mujer por haber conseguido su ilusión de tener un hijo para su satisfacción, sino mucho más, es porque hay que admirar a la mujer que ha decidido sacrificarse por traer un nuevo ser al mundo, por amor al otro, en un supremo acto de generosidad”

Hay dos cosas que yo como madre de mis nueve hijos únicos les he transmitido:

  1. Les he dado una oportunidad, como lo han hecho todas las madres: la de vivir una vida plena y feliz.
  2. Les he dado un consejo muy personal: que por encima de su belleza física e inteligencia intelectual, lo importante es llegar a ser muy buena persona y en ocasiones aunque sea a un precio muy alto.

A estas alturas de mi vida, creo que puedo sentirme muy feliz de que todos estén vivos y estoy orgullosísima de que todos se que se esfuerzan en vivir mi consejo de no olvidar cada día en ser muy buenas personas.

Este es el motivo principal por el que me gusta celebrar el Día de la Madre con y por ellos.

Ellos habrán aprendido de mi como madre muchas cosas, pero a mi la maternidad me ha perfeccionado y creo que mis hijos a mi también me han hecho ser mucho mejor persona.

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¿Es malo sentir miedo?

miedo

“El miedo se fermenta en el cerebro y se manifiesta en nuestro cuerpo a través del corazón, porque es una emoción que tiene mucho que ver con nuestra imaginación”

Desde el punto de vista semántico la RAE define el miedo como:

• Una angustia por un riesgo o daño real o imaginario.
• Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

A nivel fisiológico, el centro vital de donde nace la sensación de miedo está en nuestro cerebro límbico. Es allí donde se guardan todos nuestros recuerdos y emociones, se visibiliza a través de cambios y reacciones visibles e invisibles que se proyectan a través de nuestro cuerpo tales como temblores, palpitaciones y sudores, nudo en la garganta o en el estomago, dolores tensionales. Es entonces cuando nuestro cuerpo reacciona paralizándose o protegiéndose de esa sensación.

 

Una experiencia personal produce una experiencia emocional. Si se repite dicha circunstancia, se desarrolla un aprendizaje interno que produce automáticamente una reacción vital similar

Cada vez que se repite la misma experiencia, nuestro cerebro ha aprendido a reaccionar de una determinada forma de sentir lo que llamamos sensación de miedo y que llevado al extremo puede hacerte “entrar en pánico”

Si esa reacción nos bloqueara, el miedo pasaría a ser “nuestro peor enemigo”. Y si ese temor nos hace buscar activamente una solución, entonces el miedo se convertirá en “nuestro mejor amigo”.

Gracias al miedo activo podemos salvar nuestra vida o la de otros. Mientras que el que nos atenaza, pone en serio peligro nuestra vida o la de otro hasta poder perderla por falta de una reacción inteligente.

 

Desde nuestro cerebro no solo se gestiona el miedo sino también el amor, la rabia, la tristeza… y cualquier otra emoción que afecte a nuestro equilibrio afectivo.

Todas las experiencias vitales aprehendidas están registradas y guardadas en nuestra amígdala, es nuestra “big data emocional”. La amígdala en el gran servidor de almacenamiento de todos los datos que nos van produciendo las distintas emociones.

 

“Puede haber tantos miedos como experiencias mal gestionada de situaciones no deseadas o sobrevenidas”.

Esta sensación no solo se experimenta hacia personas, sino también hacia potenciales situaciones de fracaso personal como puede ser suspender un examen, perder un trabajo, perder a tu familia, perder la salud o algo valioso…

El cerebro analiza los datos y te hace ponerte en alerta para entonces sentir la emoción del miedo. De cómo nos enfrentemos al estrés que produce el miedo, podremos estar ante un aviso muy positivo de poder cambiar nuestro futuro más inmediato.

Los adolescentes emprenden acciones de altísimo riesgo sin tenerle “respeto al miedo” que puedan sufrir, ya que sentir miedo es parte de su juego perverso adolescente y es por eso que el mundo adolescente se convierte en una población en riesgo por su falta de conciencia racional a “la sensación de miedo”.

También hay adultos que buscan experiencias de alto riesgo para “auto-probarse” en sus temores, a través del deporte o de inversiones empresariales o bursátiles. Incluso hay personas con hipersensibilidad al miedo que les desencadenan “fobias” de todo tipo, que les aíslan del entorno social con graves limitaciones relacionales.

Definitivamente tenemos que conseguir educar a nuestro cerebro para que con los archivos que tenga almacenados de nuestras experiencias, podamos ser siempre dueños de nuestra vida. Solo desde la valentía de enfrentarnos a lo que tememos y respetarlo podremos hacer del miedo la llave para superarnos a nosotros mismos.

 

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Saber amarnos después de un parto

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 pareja“Hay muchas maneras de decir TE QUIERO a tu pareja después del nacimiento de un bebé”

Después del nacimiento de un hijo, parece casi obligado convertir las relaciones sexuales en algo tabú, secundario, y prescindible por tiempo indefinido, y de hecho a veces ocurre.

Es importante haberse preparado durante la espera del bebé para cuando llegara este momento y no limitarse a pensar que la única forma de demostrarle amor a tu pareja es a través de un encuentro sexual.

Hay muchas formas de decir TE QUIERO a tu pareja, sin tener como único objetivo el placer sexual, ya que hay otros muchos placeres afectivos más allá del sexo y que también te vinculan afectiva y emocionalmente al otro.

 

“No hay reglas, ni hay normas, ni manual de instrucciones a la hora de reencontrarse sexualmente una pareja después del parto”.

 

Para volver a reencontrarnos sin miedos ni temores, es la mujer la que tiene que escuchar a su cuerpo hablar y si no está recibiendo sensaciones extrañas sino sensaciones de normalidad corporal tanto internas como externas (entre 30 y 40 días) es la propia mujer la que empieza a sentirse plena y segura de sí misma para poder mantener relaciones sexuales.

Fuera de este margen habitual de tiempo de normalización, no se deben nunca descartar acercamientos afectivos mutuos, desde el principio de esta nueva etapa matrimonial, donde las manifestaciones de apoyo y cariño mutuo son cruciales para darse estabilidad el uno al otro.

Pero si esto no fuera así, y física o psicológicamente no sigue esta natural evolución, se debe consultar al especialista adecuado, e incluso plantearse acudir a recibir terapia sexual. Porque todo tiene solución, cogido a tiempo y de la manera adecuada y poniendo cariño y buen humor.

 

“Si tu cuerpo te habla de normalidad, toca volver a la normalidad afectivo-sexual”

 

En este periodo de tiempo es cuando más pueden desarrollarse problemas conyugales derivados en su mayoría del aislamiento de la madre con el nuevo bebe, el cansancio físico por falta de sueño, los celos hacia el nuevo bebe por parte del padre o de la madre cada uno por razones diferentes, por falta de tiempo de trato en común o por perdida de hábitos de comunicación de pareja antes adquiridos.

El proceso tiene dos realidades, como lo vive cada uno, el hombre/padre y la mujer/madre su nueva forma de vida les va a condicionar para siempre y en esta primer etapa hay también un nuevo condicionante y es la total dependencia del bebe para su supervivencia.

Pero no hay que olvidarse que antes de ser padres, fuisteis pareja, y antes de ser pareja fuiste hombre y mujer, dos identidades diferentes que por el hecho en sí de tener un hijo no puedes dejar a un lado sino cuidar mucho más que antes.

Hombres y mujeres deben ser felices en sí mismos, las parejas son dos personas felices que se aman y así serán dos padres felices amando a su hijo y por este motivo no deben descuidar su amor conyugal con independencia del nacimiento de un nuevo hijo.

Después del nacimiento de un hijo, ya nada va a ser como antes, pero eso no significa que vaya a ser una etapa peor; si sabéis amaros todo puede ser diferente y evolucionado y mucho mejor porque es un amor mas maduro.

Lo mejor para crecer en el amor conyugal es estar abierto al cambio, gracias a la buena comunicación matrimonial.

 

 

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12 Maneras de decirle a tu hijo que le quieres

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A LOS PADRES QUE  QUIEREN A SUS NIÑOS CON LOCURA
  1. Hijo mío, decirte que NO puede ser porque seguramente te quiero un montón.
  2. Hijo mío, cuando intentes hacer algo bueno no lo hagas con miedo. Seguro que te será más fácil conseguirlo.
  3. Hijo mío, confiaré siempre en ti porque creo en tus buenas intenciones no por el resultado de lo que haces.
  4. Hijo mío, eres único e irrepetible. Y yo como padre también lo soy para ti, nadie me puede ni debe sustituirme.
  5. Hijo mío, te quiero tanto que te echo de menos desde el mismo momento que cada día me dices adiós. Nunca te vayas sin despedirte para no dejar de recordarte.
  6. Hijo mío, necesito saber si notas todo lo que te quiero y admiro. Tu opinión me importa porque tú me importas.
  7. Hijo mío, ¿hay algo de mí que necesites para estar mejor? Porque si hay algo que dependa de mi quiero saberlo para mejorar, porque yo quiero ser para ti una madre /padre ejemplar y no admirable.
  8. Hijo mío,  que sepas que creo y confío en ti, porque se que vas a intentar llegar a donde tú puedas sin dejar de ser la mejor versión de ti mismo.
  9. Hijo mío, no me importan tus buenas o malas notas ni tus medallas o premios recibidos o no recibidos porque quien me importas eres tu y solamente tu no lo que los demás piensan de ti.
  10. Hijo mío, el desear comprenderte y quererte, no es porque tengas razón en todo sino porque tengo la responsabilidad de amarte como eres y no por quien eres.
  11. Hijo mío, si necesitas me ayuda para conocerte, comprenderte y quererte, siempre podrás contar conmigo porque sin tu aceptación y cariño a ti mismo no podrás llegar a ser feliz aunque no te falte de nada.
  12. Hijo mío,  muchas felicidades por ser como eres, porque a pesar de los aciertos y las dificultades me ayudas a ser mejor padre/madre aceptándote.

 

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¿Qué hay detrás de la anorexia?¿ Los padres que podemos hacer?

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La anorexia no es solo un trastorno alimentario,  es la cara más visible de

“un cuerpo en huesos”

Los adolescentes son el grupo social más vulnerable y al que más le influye el entorno verbal, no verbal y para-verbal que les rodea.

Además hay determinadas personalidades más predispuestas que otras a terminar cayendo en la enfermedad psiquiátrica grave de la Anorexia y la Bulimia.

Por eso no hay que descuidarse con el mundo adolescente ya que ninguna influencia es gratuita y cualquier experiencia repetida o no, puede alcanzar en su mente y corazón el rango de interferencia o de referencia vital con mas peso que su propia vida.

Primera meta:  “Quiero estar tan delgad@ como…”

Vivimos en una sociedad donde la imagen corporal, vale más que mil palabras y por eso  un voluntariado o el esfuerzo personal de alcanzar una meta académica, vale mas que mil argumentos.

Hay determinados comportamientos que sin ser llamativamente anti-estéticos están abocados al rechazo,  al bulling o al ninguneo más hostil entre los adolescentes.

El carisma adolescente se cuenta por los kilos de menos y por tatuajes de más…, quedándose en segundo plano su auto-cuidado integral, aunque sea a costa de enfermedades orgánicas en algunos casos irreversibles.

Hoy y ahora todos (padres, adolescentes, profesores) somos responsables de estos desenfoques sociales dando más valor del que se necesita a determinadas modas y conductas:
  • Magnificar el valor de los ídolos, las celebrities, los influencers o los Youtubers son en parte uno de los problemas.
  • La publicidad y todo el marketing de un rol especifico que nos invade a través del consumo de moda, alcohol, perfumes…también suma.
  • La moda y sus peculiares tallajes en determinadas tendencias y las modelos que se exhiben también son determinantes para verse uno bien cuando se viste y le miran.

Pero la familia, que tiene un rango de influencia mucho mayor que la calle es donde cualquier experiencia que se vive desde desde la intimidad personal pero puede desencadenar entre el grupo familiar ciertos hábitos y/o trastornos como la anorexia atención y/o abandono que pueden sufrir los adolescentes por parte de sus padres por el simple planteamiento educativo de que ya no me necesitan tanto porque que ahora ya son mayores y se valen por si mismos…

Los padres deben ser unos auténticos profesionales de la educación de sus hijos en muchos aspectos que hoy en día se delegan fuera del hogar cuando realmente se deben aprender dentro de la familia con los padres como verdaderos líderes de lo que enseñan a sus hijos:
  • NO a la comida basura de manera usual.
  • NO a la falta de orden en el número de comidas y en el horario de las mismas
  • NO a los comentarios hirientes o sarcásticos sobre el aspecto físico de algún miembro de la familia y sobre todo en edad adolescente.
  • SÍ a una buena educación nutricional familiar integral de padres a hijos.
  • SÍ a comer juntos en familia al menos una vez todos los días.
  • SÍ al presentismo de los padres en el hogar con la necesaria intensidad que cada hijo necesita para proteger su autoestima y combatir su posible soledad acompañada que puede sentir aunque este rodeado de amigos y hermanos.

“Ocúpate con esmero del interior de tu hijo, para que no tengas que preocuparte seriamente de su exterior. Llegado a este punto, necesitaras pedir ayuda porque tu como padre solo no vas a poder”

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Los padres sabios saben cómo no tienen que castigar

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castigo

¿Es la mejor solución, poner un castigo?

Un hijo tiene que aprender de unos padres muchas cosas que le ayuden a saber gestionar su vida. Y sus padres deben saber enseñarle  lo que SÍ debe/puede hacer y no solo lo que NO hay que hacer.

En ninguna familia existen ni padres perfectos ni tampoco  hijos perfectos. Por esta razón nos encontramos en múltiples situaciones donde un padre inexperto ante la búsqueda de una solución por un conflicto con su hijo y un hijo en un proceso de inmadurez buscando su mejor salida, crean entre ambos “una tormenta perfecta” donde acaba el padre imponiéndose con “un castigo mal puesto”, que es la peor de las soluciones.

“Ni el padre ni el hijo aprenderán nunca ante un conflicto, a ser mejores como personas a través de un castigo mal puesto”

Con un castigo mal puesto no se aprende en positivo el por qué y el para qué sino solo un” porque lo digo yo”. Cuando no existe  un para qué la moraleja del castigo consistirá en no volver  a hacer lo mismo por evitación y no por convicción.

Conclusión: con estas formas, no se educa en valores sino se implantan emociones negativas en nuestros hijos como el miedo, la ira y la aversión.

Si los castigos suelen ser castigos:

  • Desproporcionados
  • Desconectados con la causa del conflicto
  • Humillantes
  • De riesgo
  • Anti-valores, que no se terminan cumpliendo.

Es en esas condiciones cuando un hijo que recibe un castigo, lo percibe bien como una especie de venganza, resentimiento o desahogo de sus padres y el padre enfoca el castigo como una forma de hacérselo pasar mal a su  hijo para que piense y  que así aprenderá  a vivir, sufriendo  las consecuencias de sus actos irresponsables…a través de un castigo mal puesto.

“El fin no justifica los medios y mucho menos en cuanto se trate de educación de hijos” 

“Definitivamente un mal castigo,  es un mal enfoque de como enseñar a aprender a mejorar”

 

El padre que a pesar de que sabe que fracasa con sus castigos, sigue castigando igual, es un padre muy pobre en recursos emocionales y está despilfarrando su autoridad y su prestigio. Su falta de recursos creativos hacia como cambiar la conducta o carencia de su hijo le hace repetir acciones inútiles abocadas al fracaso personal y familiar.

Y estas situaciones suelen tener fuertes repercusiones negativas por igual tanto en los padres como en los hijos porque producen:

Rabia, frustración, baja autoestima, resentimiento, inseguridad.

  • A los hijos les enseña que la mentira es útil si sirve para evitar un castigo inútil.
  • El padre le deja al hijo con el castigo  la idea de lo que NO tiene que hacer pero no le enseña lo que SI tiene que hacer.

¿Existe algún tipo de” castigo bien puesto”,  que pueda ayudar a todos?

“El mejor castigo bien puesto es el que hemos evitado poner,

porque nos hemos entendido hablando antes, durante o después”

Cuando algún método o norma no funciona con un hijo de manera reiterada mejor que castigar será cambiar con otro sistema alternativo y esperar otra respuesta, que probablemente solo por distinta ya será mejor. Por eso debemos reservarnos como padres la decisión de conseguir modificar sus respuestas no a través de castigos sino observando junto a él las consecuencias de sus acciones a través del diálogo entre ambos.

La reflexión de las consecuencias debemos hacerla siempre que podamos con  nuestro mejor estado y  lado emocional posible de padres que  nos lo permita siempre ver  desde la tranquilidad y el respeto al hijo lo mas adecuado para el bien de toda la familia.

Tener que terminar por sancionarle no debiera significar enfadarse con él; si queremos que nuestro hijo lo pueda ver  como una ayuda y un beneficio para él,  debe ser siempre el último recurso para  situaciones muy extraordinarias donde el castigo sea una excepción y no una norma y además muy condicionado a limitaciones temporales porque está injustamente puesto o mal puesto y entonces  puede tener peores consecuencias que las consecuencias que causaron el motivo del castigo.

Errores posibles al castigar a tu hijo de manera sistemática:

  • Hacer un uso constante y habitual de poder.
  • Hacer un uso desproporcionado de la autoridad.
  • Que no haya relación entre el motivo y la sanción y solo estás buscando hacerle daño o se que se fastidie.
  • Quitándole las actividades positivas que le hacen bien o que le ayudan a su desarrollo.
  • Negándole los principios básicos relacionados con la higiene, alimentación o sueño como forma de castigo.
  • Cuando no le avisas antes de las consecuencias de sus decisiones.
  • Cuando la sanción es tu única alternativa como padre  para educarle.
  • Al estar serio y decepcionado con tu hijo te lleva a estar demasiado enfadado y/o nervioso con él .
  • No eres clar@, concret@, concis@ y proporcionad@,  con lo que pides a tu hijo para  que cumpla.

La mejor prevención para no tener que hacer uso de “castigos ni bien ni mal puestos” es enseñarles a hacer las cosas bien, y cada vez que acierten alabarles mucho en todo lo que saben hacer bien, por pequeño que sea lo realizado. 

 “A todos nos gusta hacer lo que sabemos hacer bien,

y también nos gusta que lo que hacemos bien nos  lo reconozcan”.

“Hacer de cada acierto un homenaje familiar es mejor que vivir pendiente de los fallos y errores de tus hijos para acertar en el consiguiente castigo…”

 

 

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Cuando el número de seguidores y selfies, puede hacerte enfermar

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“Solo dos cosas contribuyen a avanzar: Ir más deprisa que los otros e ir por el buen camino” Renè Descartes.

Los millones de selfies subidos a las redes sociales de manera sistemática por jóvenes y no tan jóvenes, han ido poco a poco degenerando en un trastorno personal/social. En algunos casos ya ha creado  una dependencia u obsesión impensable hace unos años.

Los nuevos Smartphone son los que nos han permitido que, a través de las redes sociales, hayamos ido unos más de prisa que los otros. Pero muchos de los que han llegado primero al “país de las maravillas” no han ido por el mejor camino.

Cuando esta forma de ocio o entretenimiento se escapa de nuestra forma de “usar o matar el tiempo” se corre el peligro de empezar a construir una falsa identidad y vida virtual más a la medida de nuestras ilusiones y fantasías que de nuestra auténtica realidad.

Mostrar al mundo sólo lo bonito o lo fantástico de nosotros, y al mismo tiempo esconder los defectos o carencias al menos, demuestra una falsa realidad. Porque “Nadie es perfectamente feliz siempre”. Si fuera así dejaríamos de llamar felicidad a la felicidad, porque la felicidad nunca es un estado permanente.

Si uno ha decidido hablar al mundo de sí mismo y pone al desnudo su intimidad, juega con “cartas marcadas” si solo le cuenta al mundo de una forma tan selectiva noticias infladas o filtradas que hacen de su perfil, la vida de otra persona.

“Así te engañas y engañas a los demás”

Y esto, ¿por qué puede ocurrir en algunos jóvenes y no tan jóvenes? Cuando alguien necesita mostrar al mundo una vida en un estado de felicidad y belleza permanente, quizás está escondiendo a una parte de un mundo una “oculta insatisfacción personal”.

La persona que está tan enamorada de sí misma, que está enganchado a tener que reafirmarse sobre los demás a través de la belleza o mostrar una aparente satisfacción y plenitud, su ánimo está enfermo y esto le afecta a su conducta. Su gasolina para que el motor de su felicidad funcione está en los demás. Son ellos los que necesita que le estén siempre valorando y apoyando. Y la forma más rápida, segura, fácil, controlable y gratuita de conseguirlo en este siglo XXI es a través de selfies y la acumulación de “me gusta” en redes sociales.

Este tipo de personas que se vuelven profesionales de su auto-manipulación estética. A través de las redes sociales, suelen ser personas con un gran déficit de habilidades sociales en la vida personal y social. Puede haber una adicción dentro de nuestra propia casa. A veces, ciertas alteraciones de un hijo u otro miembro de la familia, amigo o compañero se empiezan a manifestar de manera real y de forma diferente a la que esa persona nos tiene acostumbrados a ver de puertas para fuera.

Algunos de esos síntomas más significativos en una persona con adicción a su falsa imagen serían:

  • Puede perder el control de su estado de ánimo, cuando no es capaz de estar por tiempo indeterminado desconectado de las redes sociales.
  • Cuando baja su rendimiento laboral, académico o ya no disfruta de su tiempo de ocio.
  • Cuando tiene necesidad de aislarse de los demás (familia, amigos y compañeros de trabajo) y cada vez con más frecuencia.
  • Cada vez duerme peor y menos.
  • Descuida su higiene y estética en lo privado, para solo cuidarse en sus citas con las redes y hacerse selfies.

Cuando saltan algunas alertas como estas en la familia, debemos saber que principalmente en los adolescentes pueden acarrear problemas mentales más o menos serios. Las redes sociales, según con el enfoque y la intensidad con las que se usen, pueden “amplificar y deformar el enfoque que tenemos de nosotros mismos”. Si deformamos nuestro concepto de identidad personal podemos acabar con un trastorno de narcisismo/ egocentrismo.

Auto-conocernos y ser introspectivos antes de tomar decisiones, es parte de la madurez. Pero si sólo tenemos como objetivo mirarnos el ombligo es entonces cuando puede desencadenar en nosotros malestar constante y ansiedad.

Algunas soluciones asequibles para  padres con hijos, consistirían en enseñarles  a  modificar algunos malos hábitos implantados en su vida con el uso de las tecnologías:

  • Que se hagan menos selfies y más fotos con grupos de amigos.
  • Que cuenten en las redes no solo lo que hacen, sino que también compartan lo que saben.
  • Que piensen que más en pueden dar de sí mismos, cuando empiecen a sentir envidia por los demás.
  • Que hagan fotos del resultado de cosas que han hecho bien y con su esfuerzo, más que fotos personales.
  • Que hagan fotos de la naturaleza, de la industria, la tecnología como fuente de sus aficiones y como muestra de sus preferencias personales más que de sus atributos personales.

Un adolescente narcisista vive dentro del cascarón de su EGO. Ayúdale a saber que ese cascarón es una cárcel que le impide vivir LA VIDA con mayúsculas. Si los padres desde el cariño y la cercanía no podéis ayudarles buscarle ayuda, quizás lo está necesitando.

La vida es mucho más que el número de seguidores y de selfies que necesitamos para poder sentirnos bien

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Mujer orquesta, mujer sin alma (sic)

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“La mujer orquesta es la que cuida, pero no se cuida”

Durante siglos educaron a la mujer para que hiciera igual lo que hacía su madre y lo hacía su abuela. La enseñaron a cuidar a los demás tan perfectamente que ella llegara de manera natural a “ser invisible” y así no entorpecer su propia dedicación a los demás.

En determinados momentos, si es necesario, también ella misma tiene que saber  auto-posicionarse como  “la última de la fila”. Esto para que su función de servidora sea mas ágil.  A pesar de sentirse en cierta medida culpable de no poder hacer más, también estar siendo “un poco egoísta” por no llegar a todo.

En esta actitud de total disponibilidad es inevitable que le impida tener tiempo para sí misma. Y, sin embargo, debe saber desempeñar cualquier tipo de trabajo que le facilite la vida a los demás como una auténtica experta.

Creo que durante generaciones en las familias se le ha exigido solo a la mujer ser una auténtica “mujer orquesta”. Para muchas mujeres este rol de total disponibilidad y perfección no solo ha sido motivo de orgullo, sino el único motivo que le daba sentido a su vida.

 

“El corazón de las mujeres está tocado por una amalgama de afectos y presiones que las agotan” Dr. José Zamorano, Cardiólogo.

Hay todo un conjunto de factores ambientales, culturales, familiares, emocionales que hace que querer ser “mujer orquesta” es conseguir hacerte importante e imprescindible para los demás aunque sea a costa de sí misma. 

Detrás de esta tendencia histórico-cultural excesiva de cómo cuidar a los demás y no cuidarse bien así misma, esta en como ha sido educada la mujer desde su infancia en el valor de la feminidad y la maternidad. En el caso contrario, no se le ha dado el necesario valor equidistante y complementario  con la masculinidad y la paternidad.

Que el embarazo y la lactancia sean exclusivos de la mujer no deben limitarla de por vida a tener que cuidar a los demás, sin tener que dejar de cuidarse a sí misma de manera equilibrada y constante.

 Si las mujeres desde que son niñas hasta su adolescencia han recibido casi en exclusiva cariño, apoyo, consejos y asesoramiento de su madre y su padre ha estado bastante ausente o muy lejano, entonces la niña ya hecha mujer, solo ve que tiene que tomar el testigo femenino de la madre para suplirla en todo  sin mas aditivos afectivos por parte de su padre que no estuvo formando parte de su infancia.

  • La ausencia real de la figura del padre en parte del desarrollo afectivo de una hija. Puede generar muchas más carencias de lo que parece en el rol del auto-cuidado de la futura mujer y potencial madre de familia.
  • Sin la presencia activa de su padre no se termina de realizar su YO. Por ende, no ve la necesidad de despegarse de su madre ya que al no tener el referente de su padre le falta poner en valor otra parte fundamental del desarrollo de su YO.

Cuando una persona no se desarrolla afectivamente de manera completa, se vuelve más frágil en algún área de su vida y su autoestima puede verse afectada. Por eso, intentan suplir sus vacíos pensando que los demás la necesitan más de lo que realmente la necesitan.  Pero esa sensación le calma la ansiedad haciéndole imprescindible y pensando que en cierta manera si ayuda a los demás,  sus vidas están bajo su control y así es más poderosa y más dueña de ti misma.

“Todo un espejismo de debilidades y carencias disfrazadas de servicios”

Tus dotes de valer para todo y hacerlo todo bien a la vista de los demás están buscando recibir elogios que te hacen sentirte útil. Aunque por dentro te consideres “vacía y tomada el pelo”.

Si te sientes así, piensa que entonces algo pasa con tu vida:
  • Si dejas tus necesidades para el final
  • Si dedicas excesivo tiempo a los demás.
  • Si eres incapaz de decir NO a los deseos de los demás.
  • Si te angustia separarte de tu madre.
  • Si eres incapaz de estar sola con tus pensamientos.
  • Si te avergüenza priorizar tiempo para ti.

Si la falta de empoderamiento natural como mujer te impide no solo cuidarte sino también ser feliz, ya estás llegando tarde a ponerte en marcha. 

Hay madres que se apoyan demasiado en sus hijas para resolver sus conflictos de identidad personal. Hay padres que se mantienen ausentes y dejan a las madres para que eduquen solas a sus hijas. Ambos estarán fomentando  futuras “mujeres orquesta sin alma” que no saben cuidarse individualmente, y que terminaran sintiéndose culpables si no mueren por los demás.

“Las mujeres orquesta y sin alma, necesitarían no hacer incompatible su propia identidad femenina con el derecho a saber cuidarse y atenderse. Aunque quieran cuidar a los demás con alma de mujer pero no haciéndolo a costa de su propia alma de mujer.

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Tus vestidos huelen a ti

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CON MIS VESTIDOS QUIERO SER

CADA VEZ MÁS YO

La moda lleva muchos años siendo altamente agresiva con la mujer y de cómo se la percibe a través de las últimas tendencias de cada temporada.

Hay modas que no solo han dañado el cuerpo de las mujeres,. Además les ha creeado la necesidad de innecesarias cirugías estéticas o dietas que no paran hasta terminar por convertirlas en esqueletos ambulantes. Todo esto pone en riesgo sus vidas, e incluso puede llegar a robarles su alma femenina, que es la parte más invisible pero más poderosa que tiene la mujer para hacerla bella.

“Una mujer no vale por su figura, ni por la ropa que se viste, sino tiene que ser vista a través de sus ojos, porque son la puerta de su alma que es donde habita el amor” Audrey Hepburn.

Muchas de las modelos y las celebrities que más triunfan dentro del mundo de la moda, del cine o de la música resultan ser a muy corto plazo, mujeres que en sus declaraciones sobre su vida privada desprenden “un aroma muy personal” demasiado poco familiar, sano o saludable. (Kate Moss, Britney Spears, Miley Cyrus…) Estos ejemplos de éxito dentro de la moda no hacen más que contaminar emocionalmente a la gente joven y menos joven de lo que en realidad no debiera ser un modelo social. Porque resulta ser con su estilo de vida más un modelo anti-persona que un modelo estético de persona a la moda.

Los vídeos promocionales de música, moda o series más visitados y más premiados proponen a un modelo de mujer que, detrás de su ropa/no ropa y al ritmo de una música, solo se deja ver un cuerpo muy sensual pero que transpira vaciedad. Esto deja muy poco buen aroma a diseño, arte y persona detrás de cada mujer vestida según la tendencia del momento.

La moda tiene una parte de efímera y caduca y otra de novedosa y moderna. Pero en realidad la moda va y viene desde hace siglos, se van intercambiando texturas y colores con diseños. La moda es cíclica.

“Lo que hoy nos parece novedoso ya estuvo antes de moda y luego pasó y así sucesivamente”

Si ponemos las novedades de cada estación en su lugar y no nos dejamos arrastrar por el marketing de cada temporada seremos capaces de vivir la verdadera experiencia personal. Podemos vestirnos a través de nuestras emociones y sentimientos teniendo claro que con mis vestidos quiero ser cada vez más YO y no parecer cada vez menos YO. Podemos caer en la frivolidad de vestir como me quieran ver los otros porque YO no soy capaz de encontrarme a mí misma. Así le entrego a los demás el poder sobre el derecho a mi imagen y mi persona.

La mujer tiene que conseguir que la moda no esté limitada solo a:

  • Nuestra capacidad económica.
  • Nuestro estilo de vida.
  • Nuestra clase social.
  • Nuestro puntito de creatividad.

Hay que dar un paso al frente y convertir la moda en la mejor respuesta que yo puedo darme a mi misma.  Convertir mi concepto de ir a la moda en una forma de entenderme cada vez que me visto.

Tu armario con sus perchas y sus cajones deben estar llenos de “vestidos que huelan a ti”. Así podrás decir con orgullo que tu vistes de “alta costura emocional”.  Porque todos esos vestidos serán la segunda piel de tu alma y nunca vas a querer un armario lleno de  vestidos “Pret a Porter de lo que se lleva”.

Si tus vestidos hacen daño a tu segunda piel, desproteges tu alma porque con tu forma de vestir puedes estar contradiciéndote en tus principios y valores  tales como la igualdad, la sexualidad, la estética, el medio ambiente, tu intimidad

Todos tenemos un aroma especial. Si tú y tus vestidos huelen a ti, no vacíes con tu forma de vestir el buen olor que tu alma es capaz de transmitir a cualquiera que te conozca. NO te olvides, siempre serás más feliz si tus vestidos SIEMPRE huelen a ti.

“La elegancia social no siempre está unida a la elegancia moral y a la felicidad”

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Abusar de los abuelos es maltrato

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“A los abuelos no les toca ser padres sino solo abuelos”

Hay muchos hijos que sin querer van introduciendo poco a poco “un chantaje emocional” hacia sus padres. Utilizan el cariño incondicional de los abuelos hacia sus nietos. Y muchas veces, disfrutar de los nietos termina siendo un regalo envenenado.

Los abuelos ya hicieron sus deberes como padres de manera insustituible en su día con sus hijos. Ahora ellos ya no pueden ni deben sustituir a sus hijos en su nueva función de padres. Salvo en casos de urgente necesidad o calamidad, que ninguna familia desea que que esto llegue a ocurrir nunca.

Entonces ¿Qué es lo que le toca dar a los abuelos?

  • Cariño.
  • Calma.
  • Diversión.
  • Seguridad.
  • Consejos.
  • Ser asesores en algunas experiencias familiares.
  • Ser transmisores de la memoria histórica de la familia.

Pero estas funciones tan positivas solo pueden ser posibles si se les da a los abuelos la oportunidad de ser “abuelos a tiempo parcial”. No con un horario fijo y con una dedicación absoluta y una atención permanente a sus nietos que les prive de tiempo para ellos.

No hay que aprovecharse de que los abuelos de hoy son personas mayoritariamente activas, sanas y orgullosas de haber sido abuelos. Los padres no deben forzar a los abuelos e insinuarles de forma explícita y/o velada “si no os convertís en unos abuelos a mi servicio… es que no queréis a vuestros nietos suficientemente…”

Cuando el placer de disfrutar de tus nietos, se convierte en una obligación por chantaje, puede llegar a considerarse maltrato doméstico en toda regla, ya que esa dedicación puede generar síntomas médicos inequívocos de estrés y ansiedad por agotamiento y sobre-esfuerzo en la dedicación a los nietos, y que incluso el propio chantaje les impide verbalizar las consecuencias negativas a sus propios hijos.

Esta disponibilidad por parte de los abuelos y su consiguiente abuso por parte de algunos padres, hace que aunque pudieran resistir con buena salud el esfuerzo también tiene otro importante doble riesgo social:

Al dedicarse casi al 100% a uno o varios nietos al menos hasta los 9 años que es cuando ya empiezan a tener más autonomías sus nietos, los abuelos se quedan sin vida social y se aíslan de su mundo de relaciones. Y cuando sus hijos y sus nietos ya no les necesitan, se enfrentan al drama de la soledad más absoluta por parte de los que ya no les necesitan como antes y de los que se cansaron de invitarles a salir y nunca podían hacerlo porque tenían que atender a sus nietos o que por cuidarles en exceso o “full time” estaban agotados que no les quedaban fuerzas para salir a ninguna parte.

Abuelos los años de experiencia os han tenido que enseñar a saber decir NO y BASTA con cariño y amabilidad cuando se ha necesitado y si no siempre es tiempo de aprender a hacerlo por el bien de toda la familia.

“Abuelos no sois mejores si esperáis a caer enfermos para tener que acabar por decir a vuestros hijos, ya no podemos más…”

“Hijos vuestros padres os quieren incondicionalmente, pero no les pidáis que os quieran por encima de sus fuerzas, es maltrato.” 

abuelos

 

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