Parejas LAT: ¿Qué significa ser pareja sin compartir hogar?

¿Qué significa ser pareja sin compartir hogar?

Estamos ante un nuevo fenómeno de relaciones sentimentales entre parejas llamado LAT.

¿Realmente es una adaptación a los tiempos o un atraso de los tiempos?

¿Cuáles son las ventajas y desafíos por mantener una relación sin convivir en el mismo hogar?

El concepto de pareja ha evolucionado ampliando dicho concepto,  en las últimas décadas, y hoy en día existen diversas formas de vivir una relación llegando a acuerdos por diferentes necesidades individuales. 

Uno de estos fenómenos modernos es el de las parejas LAT (Living Apart Together), o parejas que deciden estar en una relación comprometida sin compartir el mismo hogar.

Este estilo de relación puede parecer inusual para algunos, pero cada vez más personas encuentran en él una forma de equilibrar su independencia personal con la vida en pareja.

Desde el Gabinete de asesoramiento Sophya, expertos las relaciones afectivas tanto  en pareja como en familia, consideramos importante analizar las particularidades de las parejas LAT, comprendiendo sus ventajas, desafíos y qué tipo de perfil de pareja puede encontrar en este modelo una opción saludable y viable. No es una solución válida para todas las parejas, pero sí puede ser una situación excepcional para parejas con vivencia no habituales, que hay que evaluar y valorar como un problema o como una solución temporal, a corto o largo plazo.

¿Cómo se forma un estilo de vida como una pareja LAT?

Una pareja LAT es aquella en la que ambos miembros mantienen una relación amorosa comprometida sin convivir bajo el mismo techo. Esto no significa que la relación sea menos seria o que carezca de compromiso, sino que, por diferentes razones, ambos eligen vivir en espacios separados y organizar su relación de una manera distinta a la tradicional.

Las razones para optar por este tipo de relación son variadas: desde el deseo de mantener la independencia personal, compromisos laborales en distintas ciudades, hasta la preferencia por preservar espacios individuales.

Hay determinadas parejas, donde la posibilidad de tener su propio espacio y tiempo sin la presión de convivir diariamente, lejos de debilitar el vínculo conyugal, lo protege y fortalece porque  evita ciertos conflictos ya cronificados de la vida cotidiana.

Este tipo de parejas LAT, suelen ser parejas sin hijos, o al menos sin hijos a cargo.

Ventajas de las parejas LAT

Este tipo de relación ofrece varias ventajas para quienes desean preservar su independencia mientras construyen un vínculo sólido. Entre los beneficios más destacados de las parejas LAT se encuentran cuatro muy básicos:

  1. Autonomía personal: 

Vivir en hogares separados permite que cada miembro de la pareja mantenga su espacio y tiempo, sin renunciar a su identidad ni a su independencia por motivos de salud física o mental o por motivos profesionales (horarios, desplazamientos)

2. Reducción de conflictos cotidianos:

Muchas de las discusiones en una relación provienen de la convivencia diaria, como el reparto de tareas o los hábitos o manías personales. Al vivir separados, estas tensiones que podrían estar limitando la armonía conyugal tienden a disminuir.

3. Equilibrio entre vida personal y de pareja:

Este modelo permite que cada miembro desarrolle sus propios proyectos, intereses y rutinas, sin que esto implique una falta de compromiso personal  o de amor hacia la pareja.

4. Fortalecimiento de la relación:

Al verse menos frecuentemente, muchas parejas LAT valoran más el tiempo que pasan juntos y sienten una mayor atracción y novedad en la relación.

¿A qué desafíos se enfrentan las parejas LAT?

Si bien las parejas LAT presentan varias ventajas, también tienen desafíos específicos que pueden afectar la estabilidad y satisfacción de la relación.

Estos son algunos de los retos más comunes que hay que tener muy en cuenta antes de tomar la decisión de  un cambio de vida tradicional a una vida de parejas LAT:

  1. La falta de apoyo diario: En situaciones de enfermedad, crisis personales o necesidades de apoyo cotidiano, no tener a la pareja presente puede resultar difícil. La ausencia física puede hacer que algunos momentos de la vida sean más complejos o duros afectivamente de manejar.
  2. Presión social y familiar: Las parejas LAT a menudo se  enfrentan a preguntas por parte de los familiares o amigos que no comprendiendo esta dinámica pueden verlo como una falta de compromiso o una hipocresía social.
  3. Posible desconexión emocional: Mantener una conexión emocional sólida sin la convivencia diaria requiere mayor  esfuerzo y compromiso por ambas partes. La distancia física puede llevar a una sensación de desconexión si no se dedica tiempo extra para cultivar el vínculo.
  4. Dificultad para la planificación a largo plazo:  Cuando se tienen hijos a cargo o relaciones familiares amplias hay aspectos como la crianza de hijos, las finanzas y los planes futuros pueden ser más difíciles de gestionar en una relación LAT, ya que requieren una organización y acuerdos adicionales o colaterales.

¿El modelo LAT es adecuado para tu vida en pareja?

Decidir vivir como pareja LAT depende de las necesidades y objetivos individuales y de pareja. Este modelo puede ser ideal para personas que valoran su espacio y autonomía, o para quienes tienen compromisos laborales y personales que dificultan la convivencia. También es una opción válida para quienes han pasado por relaciones anteriores y prefieren un enfoque más flexible y libre, pero dónde si no hubiera compromiso personal entre ambos, se convertiría en una relación más vulnerable que estable.

Si consideras que el modelo LAT puede funcionar para ti, es importante hablar abierta y sinceramente con tu pareja sobre expectativas, límites y la visión de futuro. Al establecer una base sólida de comunicación y respeto, una relación LAT puede ofrecer un equilibrio entre la vida personal y de pareja.

Os damos 4 consejos para que una pareja LAT sea exitosa, gracias a nuestra experiencia como terapeutas de pareja, existen algunas claves para fortalecer el vínculo y asegurar que la relación sea saludable y satisfactoria:

  • Mantener una comunicación constante: La comunicación abierta y frecuente es esencial para asegurar que ambos estén en sintonía y se sientan emocionalmente conectados.
  • Planificar momentos de calidad juntos: Dado que no conviven, es importante planificar momentos especiales, como citas o escapadas de fin de semana, que fortalezcan el vínculo.
  • Definir expectativas claras: Asegurarse de que ambos tienen expectativas claras sobre la relación, los planes a futuro y cómo manejar situaciones de crisis o cambio.
  • Flexibilidad y adaptación: Estar dispuesto a adaptarse a los cambios y a evaluar si este modelo de relación sigue siendo adecuado con el tiempo.

El modelo LAT ofrece una alternativa para quienes buscan una relación equilibrada entre compromiso y autonomía. Con una muy buena comunicación y respeto mutuo, así si puede ser  posible construir una relación sólida sin compartir el mismo techo.

Este artículo ha sido redactado por Sara Pérez-Tomé, especialista en asesoramiento en pareja, familiar, personal y educativo.

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Sara Pérez-Tomé
Sara Pérez-Tomé
Terapeuta conflictos familiares y de pareja. Curso de gestión y resolución de conflictos por la UNAV. Asesora familiar, curso para asesores y orientadores familiares por la UNAV. Moderadora conflictos hijos, curso de mediación familia por la UNAV. Coordinador Parental. Master en coordinación parental por UDIMA. Curso "Trastornos de personalidad" por la UNAV

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